El invierno es un portal sagrado,
una oportunidad. Los árboles pierden sus hojas; los frutos caen al suelo; las
ramas se quedan desnudas y todo regresa a su raíz natural más esencial.
La búsqueda personal es, en
realidad, una especie de invierno espiritualmente inducido. Lo importante no es
encontrar la respuesta adecuada, sino desvestirse y descubrir qué es lo
innecesario, lo que nos sobra, descubrir qué somos sin las hojas. Cuando nos
referimos a los seres humanos, no lo llamamos hojas, lo llamamos ideas,
conceptos, apegos y condicionantes. Todos ellos forman tu identidad.
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Parque del Agua. Zaragoza. |
El invierno te suplica que te
dejes llevar y, después, no espera que hagas nada al respecto.
El invierno a veces nos parece frío, solitario, desolador. Si partes del sol que tienes en tu interior, la calidez estará presente siempre. Te darás cuenta de que tú no estás viviendo esta vida; lo que está viviéndola es el corazón radiante, junto con esta mente radiantemente vacía. Cuando te rindas y dejes de ser quien creías ser para ser quien en verdad eres, este corazón radiante vivirá tu vida.
El invierno a veces nos parece frío, solitario, desolador. Si partes del sol que tienes en tu interior, la calidez estará presente siempre. Te darás cuenta de que tú no estás viviendo esta vida; lo que está viviéndola es el corazón radiante, junto con esta mente radiantemente vacía. Cuando te rindas y dejes de ser quien creías ser para ser quien en verdad eres, este corazón radiante vivirá tu vida.
Si entras en contacto con la
cualidad sagrada del invierno en tu interior, saldrás de la mente y entrarás en
la apertura. Cuando no te resistas al tiempo invernal y te dejes llevar según
te vayas abriendo, empezarás a experimentarlo. El invierno te puede ofrecer
esta plenitud.
Adyashanti. Estar solo:
Parque Grande nevado. Zaragoza. 9 enero 2021.
https://www.youtube.com/watch?v=JOVgkDzPN64
https://www.youtube.com/watch?v=JOVgkDzPN64