Los grandes maestros Zen (chán) chinos de la dinastía Tang, como el sexto Patriarca Hui neng (Enô en japonés), Nan-ch'üan (Nansen), Chao chou (Jôshu) o Huang po (Obaku), habrían sido reconocidos en India como maestros Vedanta Advaita sin ningún problema. Y lo mismo hubiera sucedido en China con los grandes maestros de la tradición Vedanta Advaita, como Shankara, o posteriores, como Nisargadatta Maharaj o Ramana Maharshi, quienes también hubieran sido reconocidos como auténticos maestros Zen. En la actualidad, se da el caso de algún maestro, como Adyashanti, que partiendo de la tradición Zen, ha integrado las dos tradiciones. Es el caso también de Mooji, quien partiendo de la tradición Vedanta Advaita, su enseñanza y su forma de transmitirla recuerda mucho a la de los maestros Zen (chán) chinos de la antigüedad.

En este momento nada nace y nada muere. Entonces no “hay nacer y morir” a que poner fin. Por tanto la tranquilidad absoluta (del nirvana) es el momento presente. Aunque es en este momento, este momento no tiene límites, y en él hay deleite eterno.
Prescindiendo del bien y del mal, muéstrame tu rostro original, el que ya tenías antes de que tus padres nacieran.
Discutir implica un deseo de predominar, la discusión fortalece el egoísmo y nos liga a la creencia de un “yo” y de un “tú”.
Que tu espíritu permanezca en un estado parecido al Vacío del cielo, pero que no se apegue a la idea de vacuidad. Que funcione libremente. Aunque esté en actividad o en reposo, que tu espíritu no se apegue a nada. Olvida la diferencia entre el Sabio y el hombre ordinario. Ignora cualquier distinción entre el objeto y el sujeto.
Encuentra quién hace las preguntas y el Sí mismo será encontrado. El Sí mismo está siempre aquí, no hay nada sin él.
¿Usted ha nacido ahora?
Las disertaciones orales no son tan elocuentes como el silencio. El Silencio es elocuencia incesante.
Mientras se regula el soplo, hay reposo para la mente. Las pasiones se acompañan de una respiración irregular, mientras que la calma y la felicidad se acompañan de una respiración lenta y regular.
La esclavitud es sólo la noción falsa: “yo soy el hacedor”. Abandone tales pensamientos y deje que el cuerpo y los sentidos ejerzan su papel, no impedidos por su interferencia.
No hay meta que alcanzar. No hay nada que lograr. Tú eres el Ser. Es como si un hombre que se encuentra aquí ya preguntara cuántos caminos hay para llegar hasta aquí y cuál es el mejor camino.
El Ganges está dentro de usted. Este Ganges no le hace sentir frío ni temblar. Báñese en él.
Usted no necesita eliminar al “yo” falso. ¿Cómo puedo “yo” eliminarme a sí mismo?
¿Qué es el silencio? Es elocuencia eterna.
¿Qué es el nirvana del Buda? La pérdida de la individualidad.
Ramana Maharshi
Un monje le preguntó a Chao chou (Jôshu en japonés): “¿Qué dirías tú si yo viniera a donde ti con nada?”
Joshu respondió: “Lánzalo al suelo”.
El monje protestó: “Yo he dicho que no tenía nada, entonces, ¿qué es lo que tengo que soltar?”
“Bien, en este caso llévatelo”, fue la contestación de Jôshu.
Cuando se le preguntó a Jôshu qué era el Zen, respondió: “Hoy está nublado y no contestaré”.
Jôshu estaba barriendo el patio y un monje le preguntó: “¿Cómo es que una mota de polvo entró en este suelo santo?” A esto respondió Jôshu: “¡Aquí llega otra!”
Otro monje le preguntó: “¿Cómo es que sin el consentimiento paterno uno no puede ser ordenado?” “¡Qué superficial!”, respondió Jôshu. “No puedo entender”, respondió el monje. “¡Qué profundo!”, respondió Jôshu.
El estado supremo, un estado de quietud y silencio totales. Quien quiera que llegue ahí, desaparecerá. Es inalcanzable por las palabras o la mente.
Dejen venir lo que viene e ir lo que se va.
Permanecer interiormente libre y tranquilo, con una mente como un espejo, la cual refleja todo, sin ser afectado.
Encuentre lo que está siempre presente.
Y sin la memoria, ¿qué es usted?
Toda respuesta desde el todo debe ser justa, sin esfuerzo e instantánea.
Encuentra al que estaba presente en su nacimiento y que presenciará su muerte.
Yo soy. ¿De dónde voy a venir y dónde voy a ir?
Su sinceridad le guiará a usted.
Usted ha dicho: “Aquí y ahora, yo soy”. Déjate llevar ahí, esto es real.
El fruto cae repentinamente pero la maduración lleva tiempo.
Yo soy uno contigo. ¿Estás tú conmigo? Si usted lo es, no haga preguntas
Lo que usted ha abandonado no tiene ninguna importancia ahora. ¿Qué es lo que usted no ha abandonado? Encuentre eso y abandone eso. Vacíese usted mismo completamente.
Sin mentalidad ni verbalización. Sólo vea y sea.
No hay nada de lo que yo me sienta separado, de aquí que yo soy todo. Ninguna cosa es mía, de modo que yo soy nada.
Nisargadatta Maharaj