En
1994, con 60 años, Leonard Cohen ingresó en el Monasterio Mount Baldy Zen
Center. Dos años después, fue ordenado monje, con el nombre de Jikan, que significa silencio, y sirvió
como asistente personal de su maestro zen Khoizan Joshu Sasaki.
“Después de la gira de ‘The Future’, caí en
picado. Había bebido muchísimo y mi salud estaba tocada. Así que decidí retirarme, cuidarme como nunca
lo había hecho. Al fin y al cabo, un monasterio zen es un lugar de
rehabilitación para personas desquiciadas por la vida”.
En
1993, Cohen llevaba veinticinco años practicando zazen, guiado por Sasaki
Roshi, maestro zen japonés de la escuela rinzai. Según él “una rama militar, una especie de marines del mundo espiritual, por su
rigurosa disciplina. Es como un campamento de boy scouts para gente rota. Pero
es una buena vida. Te levantas a las tres de la mañana, te pasas trece horas
meditando y cinco trabajando: cortas verdura, das de comer a las gallinas o
limpias lavabos. Me encanta. Es perfecto. No podría ser peor”.
Todo
empezó a finales de los años sesenta con un sesshin en el monasterio Mount
Baldy. Después de tres días de intensa práctica, se convenció de que “aquello era la venganza por la Segunda Guerra
Mundial. Con un maestro japonés, Roshi, y un monje alemán, Geshin, a la cabeza
del centro, tenían a un montón de chicos norteamericanos andando con sandalias
por la nieve a las tres de la madrugada”.
Sin
embargo, algo quedó en él. Durante los años setenta y ochenta, pasó tanto
tiempo dentro como fuera del monasterio. Llegó a romperse dos veces la rodilla.
En
1993, Cohen se hizo construir una pequeña cabaña de madera en el monasterio,
para uso personal, y decidió permanecer con el Roshi hasta absorber
completamente su enseñanza.
La
meditación hizo su trabajo y, gradualmente, fue disolviendo la angustia que se
había incrustado en el corazón de Cohen: “La meditación no es lo que piensas. Te
sientas en absoluto silencio y tu mente empieza a repasar todas tus películas.
Durante ese proceso, te vuelves tan familiar con los guiones que mantienes en
tu vida que acabas hartándote de ellos. Entonces comprendes que la persona que
crees que eres no es más que un complicado guión en el que gastas la mayor
parte de tu energía. Tras un examen más minucioso, descubres que tu
personalidad te asquea. Y eso es porque en realidad no eres tú. Si te sientes
lo suficientemente aterrado por esa personalidad, espontáneamente permites que
se desvanezca. Y entonces, si tienes suerte, puedes experimentarte a ti mismo
sin la distorsión de esa personalidad. Ese es, en esencia, el proceso de zazen,
la filosofía de Roshi”.
Mientras
practicaba, también componía. “Sentado en
meditación, he terminado una larga canción”. En su cabaña disponía de un
sintetizador con el que compondría las canciones para su siguiente disco, “Ten New Songs”.
Entrevista a Leonard Cohen en Mount Baldy Zen Center. Activar subtítulos en español:
https://www.youtube.com/watch?v=cSzkEPq3cUo
https://www.youtube.com/watch?v=cSzkEPq3cUo
Muy interesante, gracias..!
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