30 de marzo de 2013

SATSANG CON MOOJI (II). BARCELONA 2012. ENTREVISTA.

Aquí estamos los integrantes de la expedición zaragozana que asistimos en octubre al retiro de Mooji en Barcelona.
Este hombre es una mezcla entre un maestro zen chino de la dinastía Tang y un santón hindú, todo amorosidad. ¡Impresionante! En la mayoría de los satsang conseguía llevarnos, en mayor o menor medida, a nuestro verdadero ser. Se notaba en la sala el silencio, la presencia que se generaba.

Un par de frases de los satsang de Mooji en Barcelona que me llegaron especialmente:


Hay algo que no puede irse, porque nunca vino, porque siempre es.

Hay una quietud sin esfuerzo dentro de tu corazón ahora. Es la quietud del ser. Esta alegría es el perfume del ser.



El día anterior al comienzo del retiro, en La Casa del Libro de Barcelona, presentó Mooji el primero de sus libros que se publica en España. Se titula EL LATIDO DE LO ABSOLUTO, de PRESENCIA EDICIONES. En realidad no es un libro que él haya escrito, es una recopilación de fragmentos seleccionados de sus satsang, que incluyen  diálogos y poemas. Vale la pena, es una verdadera joya.





Uno de los poemas del libro:

La aparente distancia
entre ti mismo y el Amado
sólo es la distancia de un pensamiento.
Pero creer en ese pensamiento
aporta sufrimiento al mundo.

Este enlace es para ver una entrevista que le hicieron en Barcelona con motivo de la presentación del libro, que me acaba de llegar:

24 de marzo de 2013

SAN JUAN DE LA CRUZ. ADYASHANTI. MOOJI.

Es difícil olvidar las cosas que te pasan en el primer sesshin (retiro intensivo de meditación zen) al que asistes, aunque hayan pasado ya nada menos que catorce años, como es mi caso. Me costó mucho decidirme a hacerlo. En aquellos tiempos no llevaba muy bien tanta sentada, tanta inmovilidad. Hubo de todo, como en todos los sesshin a los que he ido. Aquello parecía una montaña rusa, unas veces arriba, otras, más a menudo, abajo. En algunas sentadas, en momentos privilegiados, tuve la sensación de estar en las puertas del cielo. En una sentada del último día,  la sensación fue realmente la de asomarme. De forma inesperada, enseguida me vinieron aquellas palabras de Jesús: “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”. Me sorprendió mucho esa dulzura interior que estaba experimentando, desconocida para mí hasta entonces. Después de tantos años de sentirme muy próximo al budismo, aquella vivencia no encajaba para nada con todo lo que había leído sobre las experiencias de despertar.

Ya en casa cogí un libro de SAN JUAN DE LA CRUZ, leí algunos de sus poemas y me llegaron un montón, porque hablaban de esa sensación que yo todavía sentía, aunque más tenuemente, en mi interior. Escuchar después esos poemas cantados por AMANCIO PRADA era algo maravilloso. Desde entonces se convirtió en uno de mis cantantes favoritos, si no el que más.


Aquello me impactó tanto que llegué a escribir una carta a un jubilado japonés, que estudiaba español y que había sido profesor de literatura, al que conocí en Japón y con el que me carteaba, con unos cuantos versos de los poemas de San Juan de la Cruz para que los tradujera y me dijera si algún poeta japonés en la onda del zen había escrito algo parecido. Su respuesta fue que no, que sólo sabía de uno, pero que no pertenecía al zen, sino al budismo de la Tierra Pura. No recuerdo su nombre.


Esta foto la hice en las inmediaciones del Convento de los Carmelitas Descalzos de Segovia, uno de los que fundó y en el que vivió San Juan, y donde está enterrado. Seguro que paseó a menudo por aquí y escribió alguno de sus poemas.

Llama de amor viva:

Noche oscura:


Por eso me llegó mucho también este profundo texto de ADYASHANTI, de su libro LA DANZA DEL VACÍO, que sabe tanto a San Juan de la Cruz:
“Cuando dejes de lado el yo ficticio y entres en el silencio del ahora eterno, verás que la realidad (iluminación o Dios) es como una llama. Está viva, moviéndose y danzando permanentemente: la llama siempre está aquí. Pero es impermanente. No cesa nunca. Es atemporal. Lo único que persiste es la impermanencia, eso es lo –único que permanece.
Es una llama, así que se extingue en cuanto la atrapas con la mano. No podemos agarrarla. Sólo puede ser ella misma.
Este núcleo ondeante está en unión consigo mismo. Se limita a disfrutar de esa unión: de la dulzura y de la belleza.
La base de la llama se encuentra debajo del corazón de la llama. Allí la llama es tan pura y transparente que se hace invisible. Ahí es donde se halla el vacío. Ese lugar contiene la Verdad antes de que ésta decida cobrar vida y brincar a la existencia. Es el lugar donde la unidad también deja de tener sentido, donde la mente de la comprensión se queda en silencio, donde el corazón se calla y lo único que existe es el descanso en la sencilla cuna del ser.”


Como libro os recomiendo la biografía “San Juan de la Cruz”, del reconocido hispanista inglés GERALD BRENAN. Dice en el prefacio del libro: “San Juan de la Cruz fue el primer poeta que leí al radicarme en España. Me pareció que ningún poeta de ningún otro país había alcanzado unas cimas tan altas de expresión lírica.”
El libro no lo encontraréis en librerías, pero sí en Internet, concretamente en:
que funciona estupendamente.






LA NOCHE OSCURA, película de CARLOS SAURA, del año 1989, interpretada por el actor JUAN DIEGO. Llevaba muchos años intentando conseguirla y por fin la conseguí descargar en internet. Con el tiempo el enlace ha desaparecido. Aquí la comparto con vosotros:




El otro día me llegó una cita de MOOJI en la que, mira por donde, habla de visitar el cielo, precisamente de la vivencia que comparto al principio de este escrito. Dice así:
“Si tú vas al cielo, en cierto punto tendrás que marcharte, pues cualquier cosa que viene, se va. Hay algo más íntimo, más cercano incluso que la intimidad. Indivisible. No puede dejarte, porque nunca vino. Está siempre aquí. Encuentra eso que no puede separarse de ti, incluso ahora, en este momento aquí. Todo viene y va, incluso este cuerpo. La vida está continuamente cambiando, afortunadamente también.... Esto, que observa lo cambiante, Esto mismo aún permanece invariable, Esto es lo que tú debes encontrar.”



21 de marzo de 2013

EL DIAMANTE EN TU BOLSILLO. GANGAJI.


Al final de la introducción de su libro, EL DIAMANTE EN TU BOLSILLO, prologado por Eckhart Tolle, dice: “Te invito a que detengas todo movimiento mental que te aleja de la verdad para que puedas descubrir directamente, por ti mismo, esta joya que vive dentro de ti”. Pues a eso precisamente es a lo que apunta su libro. Lo recomiendo.
Gangaji,  nació en Texas y creció en Mississippi. Después de graduarse en la Universidad de Mississippi en 1964, se casó y tuvo una hija. En 1972, se trasladó a San Francisco, y comenzó a explorar niveles más profundos de su ser. Tomó los votos del Bodhisattva, practicó la meditación Zen y Vipassana, ayudó a gestionar un Centro de Meditación Budista Tibetana, y practicó la acupuntura. A pesar de sus éxitos, Gangaji continuó experimentando un anhelo profundo y persistente de plenitud. Siguió muchos caminos para cambiar su vida, incluyendo las relaciones, la maternidad, el activismo político, la carrera profesional y la práctica espiritual. Pero incluso el más grande de sus éxitos, en última instancia, se quedaba corto. A raíz de su desilusión hizo una última plegaria para conseguir ayuda verdadera.

En 1990, la respuesta a su oración llegó inesperadamente, llevándola a India y al encuentro que lo cambiaría todo. Allí, a orillas del río Ganges, se encontró con Sri HWL Poonja, también conocido como Papaji, alumno a u vez de Ramana Maharshi. En ese encuentro, la historia personal de sufrimiento de Gangaji terminó y comenzó a florecer y desarrollarse la promesa de una vida verdadera.

Hoy en día Gangaji viaja por todo el mundo, hablando a buscadores de todos los ámbitos de la vida. Como profesora y autora, comparte su experiencia directa del mensaje esencial que recibió de Papaji y lo ofrece a todos aquellos que quieran descubrir una realización real y duradera.

Consciencia silenciosa:                                                                                         http://www.youtube.com/watch?v=_c_aiU45L1M                        

17 de marzo de 2013

LO QUE ES. TONY PARSONS.

Como tantos otros, Tony Parsons encontró un día que en su vida faltaba algo, un algo intangible y, sin embargo, fundamental. Así que decidió buscarlo a través de la religión.
Se aplicó entonces en disciplinas, rituales y purificaciones, pero aun así no pudo descubrir la razón de su anhelo. En esas circunstancias, decidió investigar el mundo de la terapia y la espiritualidad contemporáneas. Así que se involucró en las meditaciones más profundas, leyó los libros más significativos y se sumergió con entusiasmo en las terapias más avanzadas: el pensamiento positivo, la curación del niño interno, bucear en el pasado... Tras largos años, comenzó a ver que estaba intentando reparar y ensamblar lo que parecían piezas separadas que nunca parecían encajar en un todo.
Perdida ya toda esperanza, estaba caminando un día por un parque de Londres, cuando entonces... "...una tranquilidad y presencia totales parecieron descender sobre todas las cosas. Todas las cosas devinieron sin tiempo y yo ya no existía... La unidad con todo y cada cosa era lo que aconteció... un amor irresistible llenó todo. Junto con esto hubo una comprensión total de la totalidad... Se me había mostrado un secreto que es un secreto abierto; y que todo y cada cosa que es conocida o desconocida contiene y refleja este secreto abierto..." (Lo que Es).

DIÁLOGO:


¿Qué tiene que decir usted sobre la meditación formal?

¿Quién es quien está meditando? Si se sienta y cierra los ojos y busca siempre, usted no encontrará nunca a un meditador. ¿Por qué medita usted?

Para tranquilizar la mente.

¿Para qué?

Para poder estar dispuesto para la iluminación.

Mientras esté esperando, o incluso intentando estar abierto a la iluminación, no ocurrirá nada. La anticipación sola es suficiente para garantizar eso. La anticipación es un funcionamiento de la mente, que se relaciona con memoria del pasado y las expectativas sobre lo que acontecerá en el futuro. Mientras está ocurriendo esto, no puede haber ninguna posibilidad de que surja nada más. Por otra parte, puedo decirle que puede meditar o no meditar; eso no supone ninguna diferencia.

Pero si elijo sentarme y observar mi respiración, ciertamente esto muestra mi devoción.

Cuando usted llega a ver y a comprender la naturaleza de “lo que es”, su simplicidad, su inmediatez, su singularidad y su transitoriedad, entonces también se comprende que no hay ningún interés en la meditación formal. Usted está sentado en la mesa de la cocina, bebiendo café, y viene el pensamiento: “subiré y meditaré”. Entonces usted ve que, simplemente, no hay ningún interés, porque donde usted está, está “lo que es”. Lo que es, es; y entonces ¿por qué ir a buscarlo al piso de arriba? Cuando se abraza esto, es posible que se reconozca que lo que usted es, es presenciación absoluta; nada más, nada menos.
La mente necesita un objetivo, un sitio donde ir, algún tipo de viaje lleno de expectativas. Lo que le estoy sugiriendo es que acepte que está inerme, y entonces puede surgir algo. No hay nada que pueda hacer que le acerque más al despertar. ¿Cómo puede un supuesto “hacedor” practicar el no-hacer?
Estoy diciendo que no hay ninguna parte a donde ir porque esto es ello (Lo que es).

Es una lástima que haya tan pocos vídeos de Tony Parsons subtitulados al español. Este no tiene desperdicio, va directo al grano:

12 de marzo de 2013

ADYASHANTI. VÍDEO PRINCIPIOS BÁSICOS DE SU ENSEÑANZA.

Comparto estos dos vídeos de ADYASHANTI subtitulados en español. No hace mucho estaban en youtube, pero han sido eliminados hace poco por cuestiones de derechos de autor. Flaco favor hacen las editoriales a los autores eliminando los pocos vídeos que hay en internet, impidiendo así que grandes maestros como ADYASHANTI sean conocidos y, de paso, logrando que menos gente compre sus libros. Por suerte los había grabado y los comparto por otro canal. El vídeo está en dos partes que continúan. En el primero habla de los principios básicos de su enseñanza y en el segundo de las aplicaciones de esos principios en la vida cotidiana. El vídeo es muy bueno. Va a lo esencial. Al despertar. Aquí no vas a encontrar historias de los antiguos maestros, ni explicaciones sobre el budismo, ni nada de esto.  Es para verlo no una vez, sino varias veces. Es de agradecer mucho a quien lo haya subtitulado, porque hasta hace poco apenas había unos cinco vídeos subtitulados en español de una duración que no llegaba a los diez minutos. En youtube lo ha colgado un tal Alfonso Diaz, pero no sé si es él quien lo ha subtitulado. En cualquier caso, le doy las gracias desde aquí. Que lo disfrutéis.

Los cuatro principios básicos:
https://www.dropbox.com/s/pj7645rkcwx8znr/1.%20Adyashanti.%20Los%204%20principios%20basicos.avi?dl=0

Aplicaciones de los cuatro principios:

7 de marzo de 2013

EL NUEVO ZEN QUE ESTÁ SURGIENDO. ADYASHANTI.

Hace algún tiempo leí un libro que me regaló un buen amigo. Es de un tal ADYASHANTI, y se titula MEDITACIÓN AUTÉNTICA, de GAIA EDICIONES, y es una verdadera joya. Es curioso porque, después de leer los libros de Eckhart Tolle, este era el libro que, sin saber de su existencia, yo estaba esperando leer desde hacía tiempo.
ADYASHANTI se plantea esas dificultades con las que se encuentran los practicantes, a menudo insuperables, que muchos maestros zen niegan o ignoran, como por ejemplo, la dificultad de llevar la práctica a la vida cotidiana. Como el dice:

 “Creo que todo el mundo que haya meditado conoce la experiencia de entrar en meditación y alcanzar cierto control mental, cierto control corporal. Puede ser una experiencia tremendamente agradable. La experiencia puede parecer incluso profunda. Pero entonces dejas de meditar (te separas del cojín o de la silla, te levantas) y tu mente enseguida empieza a parlotear. Todo regresa a lo que había sido previamente. La mayoría de los meditadores están demasiado familiarizados con este dilema. Aunque logremos determinados estados de paz al meditar, cuando dejamos de meditar la paz se nos escapa otra vez.”


MEDITACIÓN AUTÉNTICA es un libro fresco, innovador, escrito por una persona auténtica, abierta, valiente e intrépida, que se atreve a cuestionar todo aquello que no lleva a la verdadera espiritualidad, aunque esté avalado por una tradición de siglos, que dejándose guiar por su sinceridad ha descubierto su propio camino.
ADYASHANTI es un “maestro zen” muy peculiar. Ha renunciado a recibir la transmisión del dharma de su maestro, con lo cual ha renunciado a la posesión más preciada de los maestros zen, el título oficial de maestro zen y, además, tampoco usa la palabra zen. Sin embargo propone:
“Una investigación en tu cuerpo, en tu mente, bajo tu autoridad, bajo la autoridad de tu experiencia”.
Un libro que está también en la onda de Eckhart Tolle, y es especialmente indicado para personas que llevan unos cuantos años de práctica zen. A mi, personalmente, me ha resultado sumamente esclarecedor, así que te lo recomiendo.

“Todo cuanto es necesario para despertar a lo que eres como el vacío radiante de espíritu, es dejar de buscar algo mayor o mejor o diferente, y orientar tu atención hacia dentro para despertar al silencio que eres.”

ADYASHANTI
Adya empezó a enseñar en 1996, con tan sólo treinta y cuatro años, respondiendo a la petición de la maestra zen con la que llevaba estudiando catorce años. Su estilo de enseñanza (también conocido como satsang) ha sido comparado al de algunos maestros chinos del primer Chan (Zen) y al de los maestros del vedanta advaita (no dualismo), sintiéndose afín a Nisargadatta Maharaj. Sus retiros son una mezcla de meditación silenciosa, enseñanzas del dharma y conversaciones con sus estudiantes, y se centran en la disolución y reconstrucción de la identidad personal. En todo este tiempo muchos buscadores espirituales han despertado a su verdadera naturaleza en compañía de Adyashanti.

En este corto vídeo Adyashanti explica muy bien de qué va esto de la MEDITACIÓN AUTÉNTICA. 
Reposar como consciencia (pincha abajo para ver los subtítulos):           https://www.youtube.com/watch?v=DzdTs72iVF0

1 de marzo de 2013

CRISIS ZEN. ECKHART TOLLE. AMA SAMY. KEN WILLBER.

Escribí esta carta hará algo más de dos años. Por entonces acababa de descubrir a Eckhart Tolle y de leer sus libros. Iba dirigida a una compañera de práctica zen. La comparto en el blog porque en ella cuento algunas cosas que quizá, si tú también practicas zen desde hace tiempo, te puedan ser de ayuda en tu crisis zen, ya que yo he pasado por eso y, por supuesto, sigo expuesto en cualquier momento a volver a pasar.

Dice el reconocido maestro zen Ama Samy en su libro ¿POR QUÉ BODHIDHARMA VINO A OCCIDENTE?, publicado por Zendo Betania, en la página 92: El Zen es muy bueno en el “ascenso”, en su aspecto de negación y autovaciamiento, de acceso al mundo del Vacío. Pero en lo que respecta al “descenso”, el regreso al mercado, la vuelta a las relaciones, las emociones y el vivir cotidiano, resulta pobre en sus directrices y orientaciones de ayuda. Esto es lo que pasa cuando vuelves de un sesshin. Que el efecto pasa rápido y no sabes muy bien qué hacer para llevar lo que allí has vivido a tu vida cotidiana. Pero es normal; en la vida cotidiana uno no se pasa cuatro días o una semana en silencio y, mucho menos, haciendo catorce sentadas diarias. Es imposible que suceda lo mismo. Es como irte unos días al Pirineo y pretender al volver a casa sentir en la ciudad lo mismo que en las montañas.
Mira lo que dice Eckhart Tolle al respecto:

Una experiencia no es suficiente, por muy bella o profunda que sea. Lo que hace falta, lo que necesitamos, es una transformación permanente de la conciencia.

La palabra iluminación suscita la idea de un logro sobrehumano y al ego le gusta que sea así, pero no es más que tu estado natural en el que sientes la unidad con el Ser.

El satori no es una transformación duradera, pero agradécelo cuando llegue porque te permite saborear la iluminación.

Los maestros zen, con la mejor de sus intenciones pero no siempre con acierto, ejercen de portadores de la zanahoria de la iluminación, y nosotros, en pos de esa zanahoria, esperamos anhelantes un sesshin tras otro que de repente algo suceda, tu vida cambie por completo y te liberes de todo malestar. Hay temporadas que la cosa parece funcionar, sobre todo al principio, los primeros años, los de “luna de miel” con el zen, cuando, si tienes suerte, consigues darle a la zanahoria de vez en cuando un pequeño mordisco. Pero más tarde, poco a poco se empieza a hacer evidente que esas expectativas fantásticas que han generado en muy pocas personas se hacen realidad en la vida cotidiana, lo que va generando una frustración creciente. Desde luego que ha habido algunos maestros zen y otros grandes místicos, como Hui Neng (en japonés Eno, 6º Patriarca zen), Ramana Maharsi, el Buda o Eckhart Tolle, que tuvieron una gran experiencia de despertar que transformó su vida por completo, pero son casos absolutamente extraordinarios y excepcionales, algo que a muy pocas personas sucede. Yo, desde luego, no he conocido a ningún practicante zen que le haya pasado algo parecido. Algunas de estos grandes maestros que he mencionado, antes de su experiencia, ni siquiera habían seguido durante años una práctica espiritual, como en el caso de Hui Neng, Eckhart Tolle o de Ramana Maharsi. En su caso más bien se podría hablar de que les tocó la “lotería espiritual”. Tendríamos que asumir de una vez por todas esta verdad: seguramente, por mucho que yo haga,  no me va tocar la “lotería espiritual”.
Curiosamente, el Buda, después de su experiencia de despertar, no volvió con su mujer y su hijo a vivir su vida cotidiana anterior, sino que lo que hizo fue fundar una orden monástica. Algo parecido hizo Hui Neng, el sexto patriarca, el fundador del zen chino, que tras su experiencia se hizo monje. No deja de ser una gran paradoja que previamente no hubiera seguido una práctica meditativa. Mientras que Ramana Maharsi se retiró a una cueva de la montaña de Arunachala y permaneció allí el resto de su vida. Tampoco Eckhart Tolle volvió a su vida de antes como investigador, sino que dejó su trabajo y durante unos años se dedicó a integrar en su vida la experiencia que había tenido, para después dedicarse a transmitir a otros su enseñanza. Ninguno de estos maestros continuó con su vida normal después de su experiencia. Más bien lo que parecen transmitir es que en la vida normal, la que vive la mayoría de la gente, esa experiencia es más difícil que perdure.
El caso de Ken Willber es muy ilustrativo. Suele pasar que cuando las cosas te van bien en tu vida, o medianamente bien, lo achacas al efecto positivo de la práctica zen, pero cuando las cosas se tuercen y hay que afrontar serios problemas es cuando todo esto se pone a prueba y surge la crisis. Es lo que le ocurrió a Ken Willber cuando, nada más casarse, su mujer enfermó gravemente de cáncer. Dice en su libro GRACIA Y CORAJE, en la página 233: Tras quince años de meditación durante los cuales tuve varios “kensho” inconfundiblemente confirmados por mis maestros… ¿Cómo había podido perder todo  esto? Como consecuencia de esto Ken Willber dejó el zen.
 Con el paso del tiempo, una vez pasada mi “luna de miel” con el zen, he sufrido muchas crisis y desencantos, que he ido sobrellevando como he podido, ya que además hablar de todo esto libremente y con sinceridad en el grupo es un tabú. Sólo se puede hacer con unas pocas personas. Hace tiempo que me sentía en mi práctica bastante estancado. Y descubrí a Eckhart Tolle. Unas cuantas frases suyas me ayudaron mucho para salir de mi estancamiento y me dieron la clave de cómo llevar la práctica a mi vida cotidiana, que es lo que verdaderamente importa, porque Lo que hace falta, lo que necesitamos, es una transformación permanente de la conciencia.  Empecé a repasar lo que hago desde que me levanto y descubrí el problema que tengo en aceptar lo que me está sucediendo en el momento presente, escapando del ahora. Descubrí que me cuesta mucho aceptar tener que estar con quien no me gusta estar, ni donde me gustaría estar. En el trabajo, en la cola del pan, etc. Que no quiero sentir determinados sentimientos. Que huyo de ellos. En fin, muchas cosas. Porque aceptar las experiencias positivas no es ningún problema. El problema es aceptar lo que nos produce dolor o malestar.

Acepta cualquier cosa que contenga el momento presente como si la hubieras elegido. Trabaja siempre a favor del momento presente, no contra él. Haz del presente tu amigo y aliado, no tu enemigo. Esto transformará milagrosamente tu vida.

Una práctica espiritual simple pero radical es aceptar lo que surja en el Ahora, dentro y fuera.

Cuando aceptas profundamente este momento tal como es –tome la forma que tome-, estás sereno, estás en paz.

Cuando aceptas lo que es, cada momento es el mejor. Eso es iluminación.

Lo que aceptes completamente te hará sentirte en paz, incluyendo la aceptación de que no puedes aceptar, de que te estás resistiendo.
Cuando aceptas este momento completamente, cuando ya no discutes con lo que es, el pensamiento compulsivo mengua y es remplazado por una quietud.

Ahora ya no vivo pendiente de cuándo podré hacer el siguiente sesshin, ni de cuántos sesshin podré hacer el próximo año. Hacer un sesshin ya no es tan importante para mí. Eso no quiere decir que ya no vaya a hacer, pero seguramente no voy a hacer tantos como antes. Es como si, continuando con el símil de la montaña, dejara de ir de excursión al Pirineo porque al volver a la vida cotidiana enseguida se me pasan los efectos. Está muy bien ir de vez en cuando al Pirineo a pasar unos días en la  montaña, aunque a veces salgan días de mal tiempo. Gracias a esas excursiones a la montaña en pos de la zanahoria de los maestros he podido aspirar de vez en cuando el aire puro de las cumbres. También ha cambiado mi zazen, que se ha convertido en una práctica de aceptación. Bueno, toco madera para que perduren estos descubrimientos que he hecho.

Tiempo y mente son inseparables. Retira el tiempo de la mente y esta se para.
Estar identificado con la mente es estar atrapado en el tiempo, mediante el recuerdo y la anticipación. El pasado te da una identidad y el futuro contiene una promesa de salvación, de una realización de algún tipo (Esto también incluye esperar la salvación en el próximo sesshin). Ambas son ilusiones.
Cuanto más te enfocas en el tiempo –pasado y futuro- más pierdes el ahora, lo más precioso que hay.

En el ahora, en la ausencia de tiempo, todos tus problemas se disuelven. El sufrimiento necesita tiempo; no puede sobrevivir en el ahora.

En un curso de eneagrama que hice en Madrid con Maite Melendo, el discernimiento, lo que llevé al curso fue precisamente el cómo llevar la espiritualidad a mi vida cotidiana. Maite me habló en un determinado momento del problema que supone en el camino espiritual el voluntarismo. La práctica del zen tiene mucho de voluntarismo. Para Maite se trata más bien de cultivar el abandono. Y sí, tenía razón, por ahí va la cosa. Abandono, aceptación. También es muy importante la sinceridad. Es por eso que estoy compartiendo estas vivencias y reflexiones.
Pues nada, quizá, después de todo, son buenas las crisis, porque cuando se superan se dejan atrás “pensamientos y sentimientos ilusorios” y surge algo nuevo, muchas veces mejor que lo anterior.
Yo continúo fiel a mi sentada diaria; es algo que después de tantos años ya forma parte mi vida, que echaría mucho a faltar si dejara de hacerla. Es mi pequeña excursión diaria a la montaña. Pero también tengo claro que la práctica del zen no es suficiente. Dice Ken Willber en la página 231: Si tienes un hueso roto el zen no lo arreglará y si tu vida emocional está destrozada, el zen tampoco la resolverá porque no es esa su misión. Por propia experiencia puedo decirte que el zen me ha ayudado mucho a convivir con mis neurosis y muy poco a librarme de ellas. Y en la página 233: Con demasiada frecuencia, yo me había limitado a utilizar la meditación para eludir el trabajo emocional que hubiera tenido que afrontar. Había utilizado el zazen para escapar de mi neurosis. Algo parecido comenta Ama Samy en la página 92: Hay quienes llegan al zen con expectativas y demandas inconscientes, que no tienen nada que ver con la búsqueda de la liberación o la salvación. Traen el daño, las heridas y los patrones de conducta del pasado. Estas no pueden ser curadas ni sanadas a través de la meditación. Hay quien piensa erróneamente que por medio de una práctica más intensa, los problemas psicológicos pueden quedar resueltos; eso es una ilusión. Cuanto más intensa o prolongada la práctica de la meditación, mayor el empeoramiento de tales problemas.
Dice la tradición budista que las últimas palabras del Buda fueron: Sed vuestras propias lámparas. Si el Buda se despidió de este mundo con estas palabras, por algo muy importante sería. Por eso no deberíamos olvidarlas y tenerlas muy presentes.
También contamos con un tesoro de inestimable valor y de gran ayuda: se trata de la amistad entre todos nosotros, los practicantes del grupo zen. Es algo que ha surgido después de muchos años de compartir silencio y palabras, y que yo valoro mucho.
Me despido con una última cita de Eckhart Tolle: 

La verdadera libertad y el final del sufrimiento estriban en vivir como si hubieras elegido deliberadamente cualquier cosa que sientas o experimentes en este momento.
Este alineamiento interno con el Ahora es el final del sufrimiento.