Juntos, inmóviles,
ascendemos la montaña.
Fraternidad silenciosa.
Este haiku lo escribí hace años en un sesshin (retiro intensivo zen). No es que lo considere precisamente un buen haiku. Seguramente ni siquiera lo es. Pero a mi me trae recuerdos de los viejos tiempos de “luna de miel” con el zen. En otro escrito anterior que compartí en el blog, que llevaba por título CRISIS ZEN, utilizaba el simil de ascender una montaña para hablar de mis vivencias en los sesshin, como en el haiku que aquí comparto. Pero, mira por dónde, para Waine Liquorman no se trata de una ascensión, sino más bien de un descenso; porque, como él dice: “La búsqueda acaba con la disolución no sólo de todos los conceptos y de la búsqueda, sino también del propio buscador”.
Puedes pensar en el Sendero
como una larga y ardua ascensión
montaña arriba.
Aceptas que puede haber
muchas rutas,
pero estás seguro
de que todas tienen el mismo
exaltado objetivo.
Ram Tzu
(Waine) sabe que…
hay muchos caminos.
Como arroyos
fluyen sin esfuerzo
(aunque no necesariamente sin dolor)
montaña abajo.
Y todos desaparecen
en las arenas del desierto que está debajo.
Interview with Wayne Liquorman. Ibiza, June 2015. Subtitulado en español: