27 de abril de 2015

SOBRE EL DESPERTAR (III). ECKHART TOLLE.

Debes de haber fracasado rotundamente a algún nivel, o haber experimentado una pérdida seria o un dolor, para sentirte atraído por la dimensión espiritual.

La palabra iluminación suscita la idea de un logro sobrehumano y al ego le gusta que sea así, pero no es más que tu estado natural en el que sientes la unidad con el Ser.

El Buda sólo te dice lo que la iluminación no es: no más sufrimiento. Pero ¿qué queda cuando ya no hay sufrimiento? El Buda guarda silencio respecto a eso, y su silencio implica que tendrás que averiguarlo por ti mismo. Él emplea una definición negativa para que la mente no pueda convertirla en una creencia o hacer de ella un logro sobrehumano, un logro que te resultaría imposible alcanzar.

Elegir conscientemente la iluminación significa renunciar al pasado y al futuro y hacer del ahora el foco principal de tu vida. Significa elegir habitar en el estado de presencia más que en el tiempo. Significa decir sí a lo que es.

No hay nada que puedas hacer para despertar. Todo lo que hagas serán esfuerzos del ego para que el despertar o la iluminación pasen a ser su más preciada posesión, y así hacerse más grande y más importante.

Cuando aceptas lo que es, cada momento es el mejor. Eso es iluminación.

“Si crees que estás tan iluminado –decía Ram Dass-, ve a pasar una semana con tus padres”.

Eckhart Tolle - Estableciéndose en la Presencia:   
https://www.mediafire.com/file/5l4afurtld443iq/Eckhart_Tolle_Estableci%25C3%25A9ndose_en_la_Presencia.avi/file                          











13 de abril de 2015

AFTER ZEN. JANWILLEM VAN DE WETERING.

El reconocido autor de la saga clásica: El espejo vacío y Reflejos en la nada (de los que ya escribí en otra entrada del blog, titulada EL ESPEJO VACÍO), remata su viaje por el mundo del zen con un libro agridulce e irónico sobre la búsqueda espiritual. El título completo ya dice mucho de su contenido: After zen. Experiencias de un estudiante zen de patitas en la calle.
En esta divertidísima obra se desplaza a través del espacio-tiempo, hacia delante y hacia atrás, reencontrándose con personajes de todas las épocas de su odisea espiritual. Con una prosa elegante y amena nos describe la situación de sus antiguos colegas en el zen. Nos vuelve a situar en el monasterio japonés (en este libro revela en cuál estuvo) donde inició su camino interior en la década de los años cincuenta y nos relata sus encuentros y desencuentros con diversos gurús, maestros y rimpochés. No es imprescindible haber leído sus dos libros anteriores antes de leer este, pero yo si que lo recomendaría.
Por cierto, si practicas zen, estás atascado hace mucho tiempo con los koan y no te importa hacer una pequeña trampa, en este libro Janwillem da la respuesta adecuada a unos cuantos.


Me ha gustado especialmente esta reflexión que hace en la página 75 del libro; está en la línea del escrito que compartí en V capítulos, titulado "MAESTROS ZEN: MITOS Y REALIDAD":
“¿No nos queda nada de originalidad? Es que tal vez todos los nuevos maestros zen de los últimos mil años, con la excepción de Hakuin (cuya presencia extravagante ilumina la secta), no han hecho más que seleccionar cuidadosamente una colección de dichos muy usados, sobados, masticados, digeridos y escupidos? ¿Es que no pueden pensar en sus propias anécdotas o recrear incidentes de su propio pasado? Por lo que he podido ver en las escuelas modernas del zen occidental, la originalidad parece haber desaparecido”. 
Un buen libro para regalarse o regalar. Lo recomiendo.

Entrevista en inglés a Janwillem Van de Wetering (se pueden activar los subtítulos en español):