14 de septiembre de 2025

EL CUARTO GIRO. LAS SEIS VISIONES DE LA EVOLUCIÓN ESPIRITUAL. KEN WILBER.

La mayoría de las grandes religiones siguen ancladas en la época en que se originaron (hace de ello ya más de mil años). Y hay que señalar que, en esta encrucijada, se encuentran todas las grandes religiones: o adaptan sus sistemas espirituales a los mundos modernos y posmodernos o se exponen a su extinción.

Con el paso del tiempo, el Dharma del buda ha experimentado –según el mismo budismo- tres grandes avances evolutivos. “Tres grandes giros” del budismo:
El primero de esos giros en el llamado budismo primitivo, originado durante el periodo axial que tuvo lugar en torno al siglo VI a. C., que se supone que incluye las enseñanzas del buda Gautama y se halla representado, hoy en día, por la escuela Theravada. El segundo giro de la rueda fue introducido por Nagarjuna en torno al siglo II d. C. y está representado en la actualidad por la escuela Madhyamika. Y el tercer y último gran giro fue la escuela Yogachara, originada en el siglo II d. C. y que alcanzó su apogeo en el siglo IV d. C. con los hermanos Asanga y Vasubandhu.

James Fowler fue uno de los primeros en llevar a cabo una investigación que demostró fehacientemente que la orientación espiritual de la persona depende de los estadios de las estructuras del desarrollo. Las seis visiones:


La visión mágica, un estadio centrado en la protección, la seguridad, la supervivencia y los hechizos mágicos destinados a garantizar y proteger de los malos espíritus. Se trata de una visión supersticiosa y antropomórfica en la que es frecuente el pensamiento fantástico. El culto a los ancestros se convierte en algo muy frecuente ya menudo es fuente de la oración de petición. El individuo estás más preocupado por su salvación que por la salvación de los demás.

La  visión mágica-mítica jalona la transición de un yo anteriormente omnipotente y mágico a un dios o unos dioses omnipotentes y mágicos.
Existe una creencia y un énfasis concomitante en los milagros. Yo no puedo hacer esto, pero Dios sí que puede hacerlo y, si mi aproximo ritualmente de un modo que Le complazca, Él (o Ella) hará por mí el milagro. En este estadio, empiezan a aparecer las narraciones míticas y los hechizos mágicos.
Su preocupación fundamental gira en torno al poder narcisista. Dios es poderoso, airado y vengativo y se trata de un estadio impregnado de superstición. Egoísmo y animismo.

La visión mítica posibilita el cambio de visión desde egocéntrico hasta etnocéntrico y la expansión de la identidad desde el yo individual hasta el grupo (el clan, la tribu, la religión, la comunidad o la nación). La moral probablemente cambia de egocéntrica a conformista (“mi país, esté en lo cierto o esté equivocado; mi religión, esté en lo cierto o esté equivocada; y mi grupo, esté en lo cierto o esté equivocado”).
Existe el fuerte deseo de comprender la verdad de Dios, que suele considerarse encerrada en un libro (la Biblia, el Corán, el Sutra de la Tierra Pura), que suele ser una narración mítica a la que literalmente se toma como la verdad absoluta.
Son habituales las jerarquías sociales y religiosas estrictas, como el sistema de las castas o la Iglesia.

La visión
racional-moderna ha agregado la perspectiva de tercera persona, desde la que el individuo puede asumir una visión más reflexiva, objetiva, crítica y hasta escéptica de sus experiencias y creencias. El término “racional” no solo permite cuestionar la verdad literal de las creencias religiosas míticas, sino empezar a interpretarlas también en un sentido metafórico y simbólico. Las creencias básicas tienden a basarse en las pruebas y en la razón. Todos los individuos son tratados del mismo modo, con independencia de raza, color, sexo o credo.
El budismo, desde el comienzo, ha sido una visión racional, una visión que no se basa en la fe, el dogma o la autoridad (y habla poco, en consecuencia, si es que lo hace, de dioses y diosas mitológicos) y se asienta, en su lugar, en la razón y la experiencia (aunque no todos sus seguidores lo viven desde estos niveles).

La visión pluralista-postmoderna está profundamente interesada en la no marginación, la reconciliación y la totalidad. No se limita a tolerar y aceptar pasivamente otras religiones, sino que las abraza de forma activa, tratando de entenderlas e incluirlas en su propia visión del mundo.
La visión pluralista descubre importantes verdades en todas las religiones, aunque se sienta más cómoda con la suya y no es de extrañar que trate de enriquecerla con aspectos procedentes de otras religiones. Deconstruye las jerarquías tradicionales, defiende activamente a los oprimidos y desfavorecidos, presenta una clara sensibilidad ecológica y planetaria y está especialmente abierta al misticismo natural. Es socialmente comprometida, apuesta de manera decidida por los derechos de las minorías y aboga por la sostenibilidad de toda forma de vida.
El estadio pluralista también trata de asegurarse de que nuestra fe concreta sea inclusiva, socialmente comprometida, sostenible, no opresiva y ecológica, políticamente sensible, tolerante, muestra interés por todo lo “consciente”, feminista y está orientada hacia las relaciones (“el nuevo Buda será la Sangha”).

La visión integral nos lleva hasta la vanguardia de la evolución. Aunque ha habido raros pioneros integrales que se remontan a hace mil años o más, la conciencia de segundo grado sólo superó el 1% de la población en la década de los 1970, una tasa que alcanzó el 5% durante el cambio de milenio.
Uno de los rasgos distintivos de la visión integral es su reconocimiento de las totalidades, conexiones y unidades en la diversidad. Los niveles integrales son creativos y conscientes y cada momento es nuevo, fresco, espontáneo y vivo. La visión integral es auténticamente holística y verdaderamente inclusiva.
Cualquier espiritualidad realmente integral deberá incluir –independientemente de que sea cristiana, budista, musulmana, hindú, judía, etcétera- elementos procedentes de su propia tradición o importarlos de otras tradiciones y disciplinas, incluidas las ciencias.
El cuarto giro. Ken Wilber.
 


31 de agosto de 2025

EL PRIMER ENCUENTRO EN JAPÓN ENTRE CRISTIANISMO Y BUDISMO ZEN. FRANCISCO JAVIER Y NINSHITSU.

Amable, de gran dignidad y avanzada edad, pues ya contaba ochenta años, así describe a Ninshitsu en una larga carta que Francisco Javier escribió a sus compañeros en Goa.
Ninsgitsu era el abad del monasterio de Fukushôji en Kagoshima, una ciudad situada en el sur de la isla de Kyûshû. Allí había arribado Francisco Javier el 15 de agosto de 1549 en una nave de comerciantes portugueses. A un cuarto de hora del puerto estaba el monasterio de Fukushôji. Javier lo visitó enseguida de llegar a Kagoshima.
Se trataba de un monasterio Zen de la rama Soto. A él pertenecían más de cien monjes, y Ninshitsu era su abad.
Delante del monasterio había una gran plaza con un portal con escalones que subían al templo. Sobre el más alto se sentaba Javier para que todos lo pudieran ver y oír.
Francisco Javier permaneció en Kagoshima durante un año y en tierras japonesas durante dos años y tres meses.
Javier escribió el 5 de noviembre de 1549: “Es este Ninxit tanto mi amigo, que es una maravilla”. Iba a conversar muy a menudo con él. Una de las cosas que más le llamaron la atención era ver a Ninshitsu “no saberse determinar si nuestra alma es inmortal o si muere juntamente con el cuerpo; algunas veces me dice que sí, otras que no”, escribe en la misma carta.
Ninshitsu “comprendía la doctrina cristiana y deseaba hacerse cristiano”. Pero tendría que haber renunciado al monasterio y no le pareció conveniente. Murió, sin embargo, como cristiano en 1556. Había sentido mucho la partida de Javier a China en agosto de 1552, a cuyas puertas en la isla de Sancián frente a Cantón, murió Javier el 3 de diciembre de 1552. 
Extraído del libro “Biografías de maestros zen”, de Ana María Schlüter.
 
 

29 de julio de 2025

ILYA VASILYEV. LÍDER BUDISTA ZEN EN RUSIA CONDENADO A OCHO AÑOS POR PUBLICACIÓN ANTIBÉLICA.

Un tribunal de Moscú ha condenado al líder budista ruso y practicante de Soto Zen, Ilya Vasilyev, a ocho años de prisión por una publicación en Facebook de 2022 en la que se oponía a las acciones militares rusas en Ucrania. La sentencia del 25 de junio supone la pena de prisión más larga conocida impuesta a un ciudadano ruso por motivos religiosos por oponerse públicamente a la guerra.

Vasilyev, programador informático de 50 años y director del Centro Zen de Moscú, fue condenado por presuntamente difundir información falsa a sabiendas sobre las Fuerzas Armadas rusas. El tribunal citó una publicación de Facebook de diciembre de 2022 en la que Vasilyev condenaba el bombardeo de Jersón, donde residía la familia de su padre.
En el tribunal, Vasilyev sostuvo que sus declaraciones estaban motivadas exclusivamente por sus creencias religiosas como budistas. «Desde la perspectiva del budismo, es malo que la gente muera, especialmente una muerte violenta, y es bueno que se ayuda a la gente a sobrevivir, cuando se declara una tregua», testificó, agregando que su mensaje era «un llamado a la paz».
Vasilyev se había estado preparando con el maestro zen Ingen Breen, del linaje de Shunryu Suzuki Roshi, para la ordenación en la tradición Soto Zen, y sus enseñanzas en el Centro Zen de Moscú han atraído a una comunidad dedicada desde que se convirtió en director en 2010.
En sus alegatos finales ante el tribunal, Vasilyev declaró que, tras 26 años de meditación, sentimientos como el odio o la hostilidad ya no motivaban su vida. «Atribuir odio u hostilidad a un practicante budista es como afirmar que un periódico se mojó en el fuego», declaró.
Desde junio de 2024, Vasilyev se encuentra recluido en la prisión Matrosskaya Tishina de Moscú, donde ha seguido meditando, leyendo textos religiosos y manteniendo correspondencia con otros budistas.
El caso de Vasilyev ha recibido el apoyo de las comunidades budistas de Rusia y del extranjero. El Centro de Derechos Humanos Memorial lo declaró preso político.
A pesar de la sentencia, Vasilyev sigue comprometido con su camino. «Si su seguridad personal, y no la religión», hubiera sido su prioridad, se habría marchado, declaró a los medios rusos. Su caso pone de aliviar los crecientes desafíos que enfrentan las minorías religiosas y los defensores de la paz en Rusia, donde incluso las expresiones de conciencia no violentas pueden acarrear graves consecuencias legales.
La organización sin fines de lucro Rights in Russia, con sede en el Reino Unido, ha invitado a ciudadanos internacionales preocupados a escribir cartas de apoyo a Vasiliev y se ha ofrecido a traducir las cartas al ruso.
Resumen del artículo de buddhistdoor:

27 de julio de 2025

ZEN Y ALZHÉIMER (II). HARRISON HOBLITZELLE.

Harrison Hoblitzelle, o Hob como se le decía cariñosamente, era un profesor de literatura comparada, psicoterapeuta y maestro budista.
Aún después de que se le diagnosticó alzhéimer, Hob continuó enseñando prácticas budistas. A veces, mientras enseñaba, su memoria fallaba.
Una noche, sin embargo, se vio frente a un grupo de meditación habiendo olvidado quién era y qué hacía allí. Así pues, se puso a identificar sus experiencias: “Mente en blanco, curiosidad, nerviosismo, calma, mente en blanco, menos tembloroso, incertidumbre todavía”, y así sucesivamente durante varios minutos. Eso fue todo lo que pudo hacer. Por fin se detuvo, se inmovilizó con seriedad y se inclinó ante el público, el cual se puso de pie y aplaudió su presencia y valor. Varios de los presentes dijeron que aquella había estado “entre las mejores enseñanzas que haya recibido nunca”. Por un momento, Hob transformó el alzhéimer en libertad. 
Su enfermedad lo había vuelto confuso; Se pierden ciertas capacidades cognitivas. En ese momento, sin embargo, descubrió un lugar de reposo en la conciencia. Gracias en gran medida a sus décadas de formación en la meditación, pude apoyarse cómodamente en la mentalidad de no saber.
En realidad no tenía que saber quién era, dónde estaba o qué hacía para sostenerse en la conciencia y observar las emociones y experiencias en juego. Fue capaz de tocar su experiencia presente con curiosidad y asombro. 
Las cinco invitaciones. Frank Ostaseski.  

EL PADRE. Muy buena esta película que trata el tema del Alzheimer, protagonizada por Anthony Hopkins y Olivia Colman. Ganó dos Oscar en el 2020, al mejor guión adaptado y al mejor actor. El final es realmente impresionante.



28 de junio de 2025

FRAN BENNETT. EX MONJE TRAPENSE. GUÍA ESPIRITUAL, CAPELLANA DE HOSPITAL, ACTIVISTA LGBTQ+.

Francis Bennett fue un monje católico trapense durante bastantes años en varias comunidades monásticas de EEUU, Canadá y Francia. Con los trapenses recibió formación durante cinco años y medio antes de que realizara sus votos como monje en Getsemaní Abbey, en EEUU, en 1982. Llevó a cabo retiros en la tradición budista Theravada con varios maestros Vipassana. También estudió con varios maestros Zen en la tradición Rinzai y Soto del Zen japonés. En 2010, mientras estaba en medio de un servicio religioso en su monasterio en Montreal, Francis de repente experimentó "un cambio de percepción radical en la conciencia", en el que descubrió la presencia siempre presente de la espaciosa conciencia pura. 

Francis estuvo ofreciendo dirección espiritual y ayudando a guiar a la gente en su búsqueda espiritual durante varios años. Su enseñanza era una mezcla de tradiciones budistas que estudió, la tradición mística cristiana contemplativa que vivió durante muchos años en su vida monástica, así como la enseñanza hindú Vedanta-Advaita de Sri Ramana Maharshi, que tuvo una profunda influencia sobre él.

Abadía de Getsemaní. EEUU.
Hay un nuevo monasticismo que se ha establecido en el mundo. No está confinado en los claustros de madera y piedra, sino que ha regresado y se desarrolla en el claustro interior del corazón. Las paredes de este nuevo monasterio abarcan todo el mundo.
 

Adyashanti y Francis Bennett. Resucitando a Jesús (activar subtítulos en español): https://www.youtube.com/watch?v=hw47wwOUjuY        

Esta libertad vivida le proporcionó la base para comenzar una transformación muy personal, saliendo del armario como transgénero en 2016. De 2016 a 2017, Bennett pasó de ser hombre a mujer y pasó a llamarse Fran. Consideraba que su identidad transgénero era solo una parte de su propio viaje, que describía más como una búsqueda del espíritu.

“En ese viaje y proceso no necesariamente tenemos que rechazar la espiritualidad o la religión por completo”, escribe. "Pero tenemos que rechazar el patriarcado, la misoginia y el sexismo que ha definido prácticamente todas las jerarquías y estructuras religiosas, tanto en Oriente como en Occidente desde tiempos inmemoriales". 


En el año 2016 conocí a Francis en un retiro de fin de semana al que asistí en Barcelona. Había sabido de él al ver un vídeo de youtube sobre espiritualidad en el que intervenía junto con Adyashanti. Unos días antes del retiro Francis había salido del armario y cual no fue mi sorpresa cuando apareció en la sala vestido de mujer y nos contó el cambio que había experimentado. Y así conocí a Fran.  




Fran tocó la vida de muchas personas a través de su guía espiritual y de su trabajo como capellana de hospital, cuidadora pastoral de enfermos y moribundos y activista LGBTQ+.  
Lamentablemente Fran atravesó momentos difíciles hacia el final de su vida y se encontró sin hogar al momento de su muerte. Falleció el 6 de enero de 2022 a los 63 años.




"Surrender" con Francis Bennett, 22 de octubre de 2017 (activar subtítulos en español): https://www.youtube.com/watch?v=ELvCStKqIq0 





 
 
 
 
 

23 de junio de 2025

EL FRACASO CON LA MEDITACIÓN. ADYASHANTI.

"A veces la gente me pregunta si debe meditar o no. A estas personas les digo: "Bueno, dime: ¿sientes la llamada de la meditación? No es cuestión de lo que uno debe o no debe hacer". Y también: Lo importante es ponerse a meditar desde una actitud básica de apertura y relajación. Tenemos que trascender la idea de que el despertar o la iluminación sólo ocurrirán si nuestra postura es correcta, pues eso simplemente no es verdad".

"Y sí, existen algunos buenos métodos de meditación. Y, eventualmente, eso también lo deberás dejar atrás, de lo contrario se interpondrá entre quien tú eres –pones un método allí en el medio para encontrarte a ti mismo, un espacio entre tú y tu Ser-. Será la última cosa que dejes atrás. Esta enseñanza, en particular, funciona sin métodos, pero si tienes un método es hermoso. Úsalo hasta que ya no lo necesites más".   

"La iluminación, en el último término, no es más que el estado natural del ser. Es un estado cuyo mantenimiento no requiere ningún esfuerzo o disciplina, es un estado completamente natural, espontáneo".

Adyashanti cuenta algo muy revelador: "Todo aquello que usé para tener éxito espiritualmente fracasó. Pero en el momento del fracaso todo se abre". Al hilo de esto se me ocurre que quizás la historia del despertar de Sidharta no fue tal y como nos la han contado. Quizás su despertar no sucedió como consecuencia de una práctica de meditación intensa. Si hubiera sido así, le ocurriría a bastante más gente con sólo hacer lo mismo. Puede que con la meditación le pasara lo mismo que con la práctica de ascetismo extremo que anteriormente había seguido hasta llevarle casi a la inanición, muy cerca de la muerte. Seguramente su práctica de intensa meditación le condujo también al fracaso. Llegó con ella al límite. Había hecho todo lo que podía hacer por alcanzar la iluminación, pero nada ocurrió, entonces admitió su fracaso y se rindió, y en ese momento Sidharta desapareció, el despertar despertó, y nació el Buda.
 
Adyashanti en español - El poder de la atención
https://www.youtube.com/watch?v=Mk8srVn2yts

1 de junio de 2025

EL PERDÓN. FRANK OSTASESKI.

El perdón nos libra de la calcificación que se acumula en nuestro corazón.
 
Compartir nuestra historia nos ayuda a sanar. Escuchar sin juzgar es quizás la forma más sencilla y profunda de vincularnos; es un acto de amor. 
 
Para ser libres tenemos que perdonar.  
 
Resistirse al perdón es como tomar carbón ardiente y decir: “No lo soltaré hasta que te disculpes y pagues lo que me hiciste”.
 
No tenemos por qué tolerar que antiguas heridas definan lo que somos aquí y ahora. Podemos permitir que el pasado se disuelva, podemos dejarlo atrás, podemos despedirnos de nuestras viejas heridas. Al perdonar, nos libramos del sufrimiento que nos ha aquejado desde que el suceso original tuvo lugar.
 
El perdón descarga a nuestro corazón del peso del enojo y otros sentimientos negativos y abre el camino al amor.
 
Al igual que las ama, las japonesas pescadoras de perlas de la antigüedad, cuando nosotros nos sumergimos en nuestras heridas podemos volver a la superficie con un tesoro.
 
El perdón es una práctica valiente. Requiere verdadera fortaleza, la disposición a aceptar algo muy difícil. Nos pide enfrentar nuestros demonios. Requiere una honestidad absoluta.
 
Aunque las barreras contra el perdón parecen impenetrables, el amor puede entrar hasta por la más pequeña grieta de tales defensas.
 
Confundimos perdón con olvido.
 
El perdón no exime a los demás de la responsabilidad de sus actos ni cambia necesariamente su comportamiento.
 
El perdón es para el que perdona.
 
Muchos insisten en que debe haber arrepentimiento, una disculpa del perpetrador, justicia o incluso castigo para que pueda haber perdón. El problema de esta estrategia es que, en algunos casos, quizás se deba esperar mucho tiempo para que se haga justicia, si acaso se hace.

Nuestra identificación con una antigua herida puede reforzar la ausencia de perdón. Después de sufrirla tanto tiempo, nos preguntamos: “¿Qué seríamos sin ella?”.
 
El perdón no implica ni requiere reconciliación  para perdonar.
Por fortuna, el perdón involucra a una sola persona: tú. Podemos perdonar a alguien sin siquiera hablar con él. Podría estar muerto ya, pese a lo cual nunca es demasiado tarde
 
El perdón no nos pide aceptar de nuevo a quienes nos rodean. Podemos decirle aún a quien abusó de nosotros: “No quiero volver a verte”.
 
Perdonar es en esencia un acto de interés propio que no tiene nada que ver con cambiar a otra persona.
 
Cuando perdonamos, nos administramos la más útil de las medicinas, nos concedemos una aceptación radical de nosotros mismos.
 
El perdón no es un ejercicio intelectual. Debemos involucrar plenamente en él a nuestro corazón.
 
Todo perdón es un autoperdón.
 
No esperes. No esperes a estar en tu lecho de muerte para iniciar el proceso de perdonar a quienes te han hecho daño u ofendido.

Las cinco invitaciones. Frank Ostaseski.
 
Frank Ostaseski. La buena vida, la buena muerte: