1 de junio de 2025

EL PERDÓN. FRANK OSTASESKI.

El perdón nos libra de la calcificación que se acumula en nuestro corazón.
 
Compartir nuestra historia nos ayuda a sanar. Escuchar sin juzgar es quizás la forma más sencilla y profunda de vincularnos; es un acto de amor. 
 
Para ser libres tenemos que perdonar.  
 
Resistirse al perdón es como tomar carbón ardiente y decir: “No lo soltaré hasta que te disculpes y pagues lo que me hiciste”.
 
No tenemos por qué tolerar que antiguas heridas definan lo que somos aquí y ahora. Podemos permitir que el pasado se disuelva, podemos dejarlo atrás, podemos despedirnos de nuestras viejas heridas. Al perdonar, nos libramos del sufrimiento que nos ha aquejado desde que el suceso original tuvo lugar.
 
El perdón descarga a nuestro corazón del peso del enojo y otros sentimientos negativos y abre el camino al amor.
 
Al igual que las ama, las japonesas pescadoras de perlas de la antigüedad, cuando nosotros nos sumergimos en nuestras heridas podemos volver a la superficie con un tesoro.
 
El perdón es una práctica valiente. Requiere verdadera fortaleza, la disposición a aceptar algo muy difícil. Nos pide enfrentar nuestros demonios. Requiere una honestidad absoluta.
 
Aunque las barreras contra el perdón parecen impenetrables, el amor puede entrar hasta por la más pequeña grieta de tales defensas.
 
Confundimos perdón con olvido.
 
El perdón no exime a los demás de la responsabilidad de sus actos ni cambia necesariamente su comportamiento.
 
El perdón es para el que perdona.
 
Muchos insisten en que debe haber arrepentimiento, una disculpa del perpetrador, justicia o incluso castigo para que pueda haber perdón. El problema de esta estrategia es que, en algunos casos, quizás se deba esperar mucho tiempo para que se haga justicia, si acaso se hace.

Nuestra identificación con una antigua herida puede reforzar la ausencia de perdón. Después de sufrirla tanto tiempo, nos preguntamos: “¿Qué seríamos sin ella?”.
 
El perdón no implica ni requiere reconciliación  para perdonar.
Por fortuna, el perdón involucra a una sola persona: tú. Podemos perdonar a alguien sin siquiera hablar con él. Podría estar muerto ya, pese a lo cual nunca es demasiado tarde
 
El perdón no nos pide aceptar de nuevo a quienes nos rodean. Podemos decirle aún a quien abusó de nosotros: “No quiero volver a verte”.
 
Perdonar es en esencia un acto de interés propio que no tiene nada que ver con cambiar a otra persona.
 
Cuando perdonamos, nos administramos la más útil de las medicinas, nos concedemos una aceptación radical de nosotros mismos.
 
El perdón no es un ejercicio intelectual. Debemos involucrar plenamente en él a nuestro corazón.
 
Todo perdón es un autoperdón.
 
No esperes. No esperes a estar en tu lecho de muerte para iniciar el proceso de perdonar a quienes te han hecho daño u ofendido.

Las cinco invitaciones. Frank Ostaseski.
 
Frank Ostaseski. La buena vida, la buena muerte:
 

4 de mayo de 2025

LAS CUATRO NOBLES VERDADES DEL PESO SALUDABLE. THICH NHAT HANH Y DRA. LILIAN CHEUNG.

La Primera Noble Verdad
: estar obeso o tener sobrepeso es sufrimiento.
¿Qué tipo de sufrimiento ha soportado usted debido a su peso? ¿Dolor físico? ¿Dolor emocional? ¿Un sentimiento de vergüenza, inseguridad, ira, pesar?
Nuestro primer paso hacia la curación y la transformación es reconocer la existencia de nuestro sufrimiento y no huir de él. 

La Segunda Noble Verdad: identificar las raíces del problema del sobrepeso. Antes de modificar el peso debe tener una mejor comprensión de las razones que le han inducido al sobrepeso. En nuestro anhelo insaciable de experiencias placenteras y deliciosas a través del consumo de alimentos y bebidas y un estilo de vida sedentario, nos situamos en el camino más directo para aumentar de peso. ¿Realmente esos deseos le aportan felicidad y le satisfacen a largo plazo? Probablemente no, ya que se trata de soluciones temporales que nos hacen ganar peso. Al sucumbir a esos deseos, perpetúa el ciclo de la frustración, la ansiedad y el sufrimiento. 
En el pasado no disfrutó de unas condiciones lo suficientemente óptimas para mantener un peso saludable. ¿Comprende por qué no lo consiguió? ¿Cuáles fueron los obstáculos? No se lamente por sus errores pasados. Lo pasado, pasado está. No es el presente. Debe aferrar el momento presente –cualquier momento presente- para empezar de nuevo. ¿Utiliza la comida para llenar un vacío emocional, liberarse de la soledad o frenar sus temores, nerviosismo o estrés? ¿Es la sobrealimentación una tirita para cubrir otro tipo de dolor? ¿Intenta alimentar un hambre emocional? ¿Está utilizando la comida como muleta? ¿Utiliza la comida para conjurar las dolorosas y frustrantes emociones que ha enterrado en lo más profundo de su corazón? 
Escuche a su corazón. ¿Cuáles son sus anhelos más profundos? ¿Cómo pretende satisfacerlos? ¿Acaso lo que se dice a sí mismo, sus creencias o interacciones con los demás suponen obstáculos a la hora de mantener una alimentación saludable y una vida activa? ¿Es usted su peor enemigo? ¿Le ha dedicado tiempo y esfuerzo a la vida activa y la alimentación sana? Si no es así, ¿por qué no? 

La Tercera Noble Verdad: alcanzar un peso saludable es posible. ¿Cuáles son sus creencias actuales? ¿Son reales o están eclipsadas por ilusiones de sus experiencias pasadas, los fracasos y desengaños? El pasado es el pasado. Pero no es su realidad presente. Sigue siendo su realidad presente sólo si usted lo permite. No deje que sus experiencias pasadas le impongan límites. Concéntrese en el presente. Al concentrarse en el presente, priva de su poder a las acciones pasadas. 
Admita que perder peso es posible y que puede hacerlo. 
Aprenda a escuchar su cuerpo compasivamente. Necesita volver a la sabiduría del equilibrio y la moderación. Piense en el equilibrio y la moderación como en semillas que yacen aletargadas en su conciencia. Riéguelas para que crezcan y sean fuertes. Alcanzar un peso saludable es una decisión. Y es una práctica, no una idea. 

La Cuarta Noble Verdad
: usted puede seguir un camino consciente hacia el peso saludable.
Valore las lecciones que su exceso de peso le brinda. Su exceso de peso es como una campana cuyo sonido le recuerda que sus pasadas acciones, su antiguo estilo de vida, no le hicieron mucho bien. El primer paso es ser consciente de que usted elige cambiar.
Tenga presente que todo es impermanente, incluso su peso de más.
Avance a pequeños pasos en pos del cambio. No se fije objetivos poco realistas.
Al dar pequeños pasos, empezará a saborear lo que es capaz de hacer. Empezará a paladear el éxito.
Fije un objetivo realista para la pérdida de peso. Para la mayoría de nosotros, esto quiere decir entre medio kilo y un kilo a la semana.
Supone un gran desafío cambiar uno solo. Cree una comunidad de apoyo o sangha (palabra sanscrita que designa una comunidad de practicantes del budismo) a su alrededor para ayudar a mantener sus objetivos. El sistema de apoyo puede constituirse a través de personas que conozcan en persona u online.
“Saborear: Mindfulness para comer y vivir bien”. Thich Nhat Hanh y Dra. Lilian Cheung.

Lilian Cheung: "Savor: Mindful Eating, Mindful Life" (activar subtítulos en español): https://www.youtube.com/watch?v=Emd9q6_o6Z0&list=PLyKf2KZb7S0IZEZ-RUrf0oQDOto3UrYc_&index=2 

 

12 de abril de 2025

DESPEDIDAS. RAFAEL REDONDO. MAESTRO ZEN.

El pasado 10 de abril falleció, tras sobrellevar una larga enfermedad, el maestro zen Rafael Redondo. Descanse en paz.


¿Qué podrás tú arrebatarle,
Dama de la Guadaña,
a quien, vacío y desasido,
desnudo anda el camino
y sólo ansía ser Nadie?
 
https://zenyadvaita.blogspot.com/2020/05/rafael-redondo-barba-psicologo-profesor.html


Morir antes de morir. Rafa Redondo:
https://www.youtube.com/watch?v=sZi7Nrt1tCc


6 de abril de 2025

BUDISMO ZEN COMPROMETIDO CONTRA EL FASCISMO EN EEUU. JOAN HALIFAX.


La maestra zen Joan Halifax con sus compañeros de sangha en una de las más de 1.400 manifestaciones que han tenido lugar en EEUU, bajo el lema !Manos fuera¡, a favor de la democracia y en contra del presidente Donald Trump y Elon Musk, que se celebraron el sábado 5 de marzo en los 50 estados del país.

Traducción del texto de la pancarta: 
Encarna una compasión feroz. 




Traducción del cartel: 
Mantiente despierto, mantente comprometido.










23 de marzo de 2025

DISPERSIÓN PLENA. ADICCIÓN AL MÓVIL.


Un anillo, perdón, quería decir un móvil, para gobernarlos a todos. Un móvil para localizarlos, un móvil para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la tierra de Mordor.


Me había resistido durante años a comprarme un móvil, bueno, en realidad no me costó ningún esfuerzo prescindir de este artilugio, casi toda mi vida la he pasado sin él, pero los bancos, la seguridad social y otras entidades con sus requisitos lo han convertido en imprescindible. Al final, he tenido que adquirir uno y poco a poco he aprendido a usar.

No negaré que este aparato multifunción, bien empleado, tiene sus ventajas, que todos conocemos, pero tiene su cara B: Es invasivo, adictivo y favorece la dispersión y la desconexión de la realidad. Me referiré más bien a esto último.

Gracias a este aparato actualmente la dispersión y la desconexión de la realidad son una pandemia. Es habitual, por ejemplo si viajas en un tren, ver a la mayor parte de los ocupantes del vagón, da igual la edad, absortos en su móvil, sea viendo vídeos, enviando wasaps, consultando sus redes sociales, jugando a juegos, escuchando música, etc. Lo que ya no es tan habitual es ver a la gente del vagón dedicarle tiempo a contemplar el paisaje por el que discurre el tren. La realidad ya no interesa, solo interesa “la realidad” virtual del móvil.

El mindfulness, la atención plena, está de moda, pero solo en artículos en periódicos, revistas y libros, y en entrevistas a algún psiquiatra o psicólogo que están en esta onda. En realidad es algo minoritario. Lo que realmente está de moda y es mayoritario es la dispersión plena. ¿Qué secuelas dejarán esta dispersión y esta desconexión de la realidad a medio y largo plazo? No se sabe. Ya nos lo dirán con el tiempo los psiquiatras y psicólogos. Pero la desconexión no es solo exterior, también es interior. La práctica de la meditación, sea meditación zen, vipassana o mindfulness, consiste básicamente en intimar con uno mismo, en ir a lo más hondo de nosotros mismos, para encontrar el silencio y la espaciosidad que somos en el fondo. Nada más ajeno para quien vive desconectado de su interior y conectado un montón de horas a una realidad virtual ilusoria.


16 de marzo de 2025

CONTRAINDICACIONES DE LA MEDITACIÓN. MARIBEL RODRIGUEZ. PSIQUIATRA. PSICOTERAPEUTA. PROFESORA DE LA UNIVERSIDAD DE LA MÍSTICA (ÁVILA).

Estar en un momento de duelo  que genere intenso sufrimiento. Esto lo podemos ver especialmente en las primeras etapas de un duelo. En estos casos la meditación nos puede hacer sentir más intensamente el sufrimiento y desajustarnos psíquicamente. En casos de meditadores avanzados sí podría ser de ayuda, pero adaptando la práctica al proceso que se está viviendo.

 - Estar atravesando una crisis personal que genera síntomas como ansiedad, tristeza excesiva, insomnio, síntomas psicosomáticos intensos y otros que interfieren significativamente con nuestra vida diaria. Puedo decir lo mismo de meditadores avanzados, que en el caso anterior.
 
- Tener  ataques de pánico
 
- Tener  antecedentes de episodios psicóticos: por ejemplo dentro de un trastorno de la personalidad, trastorno bipolar, esquizofrenia, trastorno esquizoafectivo, psicosis reactiva breve, etc.
 
Trastornos de la personalidad: Estaría especialmente contraindicada en personalidades esquizoides, esquizotípicas y paranoides. En el trastorno límite de la personalidad se puede aplicar mindfulness con estricta supervisión terapéutica y con profesionales de la salud mental experimentados en aplicar meditación a este tipo de pacientes. En casos de trastorno narcisista de la personalidad o personas con importantes rasgos narcisistas, pueden intensificarse estos rasgos.
 
- Haber sido diagnosticado de un  trastorno disociativo, pues la meditación puede aumentar la disociación. 
 
- Haber sido diagnosticado de un trastorno somatoforme: hipocondriasis o síntomas graves de somatización.
 
Trastorno de estrés agudo: las semanas posteriores a una situación traumática, la meditación puede aumentar la sintomatología y el sufrimiento. La excepción pueden ser meditadores experimentados que saben manejar las emociones difíciles con la meditación. 
 
Trastorno de estrés postraumático: en algunos casos la meditación puede intensificar los síntomas o reactivarlos. Es importante la supervisión de un profesional de la salud mental en estos casos y que se apliquen técnicas específicas adecuadas a la persona ya este tipo de trastorno.
 
- Como única terapia cuando hay dificultades psicológicas: algunas personas confunden meditación con psicoterapia y creen que la meditación les puede “sanar”.
En estos casos lo más probable es que la meditación empeore su estado, incluso aunque se disfrace de mejoría porque produzca algún estado de relajación y de bienestar.
 
Meditar con un guía poco experimentado o sectario: muchas personas enseñan meditación sin un recorrido serio previo, o sin conocimientos suficientes. En este tema, es fundamental que quien nos guía tenga años de práctica en el camino de la meditación, muestre unos mínimos de equilibrio psíquico, humildad y sentido común. En los casos en los que haya diagnóstico psiquiátrico es preferible hacer la práctica con un profesional de la salud mental, también experimentado en el tema.
 
En caso de duda, si queremos meditar, mejor consultar con un profesional de la salud mental que también sepa sobre meditación y/o con un maestro que tenga amplia experiencia en el tema.
 
Los riesgos de la práctica meditativa. Maribel Rodríguez:
 

16 de febrero de 2025

DESPRENDIMIENTO Y RENDICIÓN. FRANK OSTASESKI.

Estar con un moribundo demanda humildad, aceptación y disposición a renunciar al control.

En el proceso de la muerte ocurre un despertar gradual. En forma casi imperceptible, iniciamos un largo y lento proceso de desprendimiento en el que renunciamos a lo que sabemos que ya no podemos asir ni controlar. 

Desprenderse en entrar en territorio desconocido.

Al morir no podemos aferrarnos a nuestras preciadas posesiones.

Renunciamos a roles que desempeñábamos en nuestra familia, trabajo y comunidad. En nuestro morir, debemos desprendernos incluso del futuro y de todo y todos los que amamos.

El desprendimiento es la forma en que nos preparamos para morir.

Nos desprendemos de nuestros viejos rencores y nos damos paz. Nos desprendemos de las opiniones fijas y nos proporcionamos no saber. Nos desprendemos de la autosuficiencia y nos permitimos el cuidado de los demás. Nos desprendemos de la aprehensión y nos procuramos gratitud. Nos desprendemos del control y nos concedemos rendición.

Rendirse no es lo mismo que desprenderse. La rendición es expansión.

Nos rendimos cuando dejamos de pelear. Dejamos de pelear con nosotros mismos. Dejamos de pelear con la vida. Dejamos de pelear con la muerte.

Rendirse es un estado en el que toda resistencia cesa. Ya no erigimos defensa alguna.

No estoy convencido de que rendirse sea una decisión. Parece algo involuntario.

La rendición es infinitamente más profunda que el desprendimiento. Éste es aún una estrategia de la mente ocupada con el pasado; una actividad de la personalidad, cuyo principal interés es perpetuarse. En el desprendimiento sigo siendo yo que tomo una decisión. El ego no puede darse cuenta por vencido.

La rendición es el no hacer, fácil y sin esfuerzo, de nuestra naturaleza esencial sin interferencia. Simplemente estamos conscientes.

La rendición es el final de dos y la apertura al uno.

Las cinco invitaciones. Frank Ostaseski.

Amor y Muerte: Una tarde con Frank Ostaseski: