14 de septiembre de 2015

LEONARD COHEN (I). MONJE ZEN.

En 1994, con 60 años, Leonard Cohen ingresó en el Monasterio Mount Baldy Zen Center. Dos años después, fue ordenado monje, con el nombre de Jikan, que significa silencio, y sirvió como asistente personal de su maestro zen  Khoizan Joshu Sasaki.
“Después de la gira de ‘The Future’, caí en picado. Había bebido muchísimo y mi salud estaba tocada.  Así que decidí retirarme, cuidarme como nunca lo había hecho. Al fin y al cabo, un monasterio zen es un lugar de rehabilitación para personas desquiciadas por la vida”.
En 1993, Cohen llevaba veinticinco años practicando zazen, guiado por Sasaki Roshi, maestro zen japonés de la escuela rinzai. Según él “una rama militar, una especie de marines del mundo espiritual, por su rigurosa disciplina. Es como un campamento de boy scouts para gente rota. Pero es una buena vida. Te levantas a las tres de la mañana, te pasas trece horas meditando y cinco trabajando: cortas verdura, das de comer a las gallinas o limpias lavabos. Me encanta. Es perfecto. No podría ser peor”.
Todo empezó a finales de los años sesenta con un sesshin en el monasterio Mount Baldy. Después de tres días de intensa práctica, se convenció de que “aquello era la venganza por la Segunda Guerra Mundial. Con un maestro japonés, Roshi, y un monje alemán, Geshin, a la cabeza del centro, tenían a un montón de chicos norteamericanos andando con sandalias por la nieve a las tres de la madrugada”.
Sin embargo, algo quedó en él. Durante los años setenta y ochenta, pasó tanto tiempo dentro como fuera del monasterio. Llegó a romperse dos veces la rodilla.
En 1993, Cohen se hizo construir una pequeña cabaña de madera en el monasterio, para uso personal, y decidió permanecer con el Roshi hasta absorber completamente su enseñanza.


La meditación hizo su trabajo y, gradualmente, fue disolviendo la angustia que se había incrustado en el corazón de Cohen: “La meditación no es lo que piensas. Te sientas en absoluto silencio y tu mente empieza a repasar todas tus películas. Durante ese proceso, te vuelves tan familiar con los guiones que mantienes en tu vida que acabas hartándote de ellos. Entonces comprendes que la persona que crees que eres no es más que un complicado guión en el que gastas la mayor parte de tu energía. Tras un examen más minucioso, descubres que tu personalidad te asquea. Y eso es porque en realidad no eres tú. Si te sientes lo suficientemente aterrado por esa personalidad, espontáneamente permites que se desvanezca. Y entonces, si tienes suerte, puedes experimentarte a ti mismo sin la distorsión de esa personalidad. Ese es, en esencia, el proceso de zazen, la filosofía de Roshi”.
Mientras practicaba, también componía. “Sentado en meditación, he terminado una larga canción”. En su cabaña disponía de un sintetizador con el que compondría las canciones para su siguiente disco, “Ten New Songs”.


Entrevista a Leonard Cohen en Mount Baldy Zen Center. Activar subtítulos en español:
https://www.youtube.com/watch?v=cSzkEPq3cUo





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