Hace poco estuve en una
conferencia de Sergi Torres en Zaragoza. Me llegó especialmente un ejercicio
que propuso al final del acto. Se trataba de comer conscientemente un gajo de
mandarina. En una entrada reciente del blog, titulada ATENCIÓN PLENA, hay una
meditación guiada similar, “comer una pasa”, de Jon Kabat-Zinn. También Tich Nhat Han hace algo parecido.
Ante una inminente experiencia,
como la de saborear una mandarina, pueden suceder dos cosas: que pase
desapercibida porque estemos haciendo otra cosa a la vez, como por ejemplo
hablar o ver la TV ,
o que inmediatamente en la mente se abra una carpeta con el nombre “mandarina”
y seguidamente se desplieguen una colección de etiquetas, con nombres como dulce,
amarga, insípida, ácida, etc.; entonces la mente compara y busca qué etiqueta
de estas encaja mejor con el sabor que estamos experimentando y, a
continuación, emite un juicio, como por ejemplo, está buena.
Saborear un gajo de mandarina es
algo muy simple pero, como la mayoría de nuestras experiencias, está
contaminada por etiquetas del pasado. Sin embargo, el ejercicio que propuso
Sergi consistía en saborear un gajo de mandarina como si fuera la primera vez
que la probábamos, cuando no sabíamos a qué sabía una mandarina, ni cómo se
llamaba ese fruto, olvidándonos de cualquier etiqueta anterior. Cuando esto
ocurre, no hay nadie saboreando, hay consciencia, presencia, sólo hay sabor, y
el sabor es el que es, sin etiquetas.
Sucede lo mismo con otras muchas experiencias.
Recuerdo cuando he viajado al extranjero y he visitado una famosa plaza de
alguna ciudad cómo, inmediatamente, se ha abierto en mi mente una carpeta
titulada “plazas”, seguidamente he comparado, he juzgado y mi comentario ha
sido: “pues esta plaza no está mal, pero la de Praga era mucho más bonita”. Y
es que el comparar siempre conlleva un etiquetado previo y un juicio posterior.
En otra entrada del blog hablaba del ETIQUETAR. Y nos sucede lo mismo cuando
nos relacionamos con las personas. También se abre en nuestra mente la
correspondiente carpeta titulada “amigo”, “compañero de trabajo”, “inmigrante”,
“español”, etc. Y seguidamente comparamos, juzgamos y actuamos en consecuencia.
Sergi Torres Zaragoza 2015 (Esta
charla es en el Centro Pignatelli. No es a la que yo me refiero en el escrito.
Esta fue un par de meses después):
Exacto, y al poner capas y capas fragmentas lo que Es, y te lo pierdes ;-)
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