22 de mayo de 2017

SATSANG CON MOOJI (IV). MADRID 2017. CRÓNICA.


En Satsang, tiene lugar un derretirse.
Algo se ha apoderado de ti,
disolviendo todas las ilusiones desde dentro.
En cierto momento,
encuentras que estás vacío de identidad.
Ya no existes como esa vieja imagen.
Sólo el Ser sin forma existe, ¡poderosamente!
La persona es imaginaria.
Sólo lo Real es y tú eres Eso.
¡Un descubrimiento gozoso!


* Nota: este escrito de Mooji no es del Satsang de Madrid.

Jorge y yo. Pilar tras la cámara.
Llegamos temprano y esa media hora de fila al sol para entrar al Teatro Nuevo Apolo es útil para relacionarnos con otros compañeros de espera. Hay mucha gente joven voluntaria vestida de blanco de la Sangha de Madrid colaborando en la organización del evento. Pasean entre las filas de butacas sosteniendo carteles invitando al silencio. Al final de la actuación de una flauta hindú estilo shakuhachi, pero con un sonido más cálido, llegan Mooji y su traductora. Algunas jóvenes plantean preguntas con carga emotiva. Algunos otros jóvenes plantean cuestiones existencialistas o filosóficas: la individualidad y el absoluto, lo divino... Llegados a este punto, Mooji, enseguida, sutil y amorosamente nos invita a encontrarnos con él en un lugar más allá del buscador teñido de identidad emocional, más allá de la espiritualidad pensada. Nos invita a participar en una meditación guiada que él llama ejercicio. Dice que no ha venido a enseñar cosas sino a invitarnos a un encuentro en el ser...en el corazón. Pero eso es algo íntimo, no hace falta que se lo digas a nadie... Nadie puede llevarte allí, ni alejarte de lo que eres. No estás creando nada, no estás imaginando nada. Reconoce que tampoco requiere esfuerzo... ¿Puede apagarse esto que estás sintiendo? No sé si lo que ahora rememoro son fragmentos literales, lo que tiene de original este mensaje es el retorno al origen antes de tener un yo, antes de todo... En estos ojos hay lágrimas y la paz del ser. Parece haber acabado el satsang, pero todos los asistentes quieren despedirse de Mooji. Accesible siempre, bajan un sillón al patio de butacas para que pueda sentarse y comienza un segundo satsang improvisado lleno de abrazos, lágrimas, sonrisas... Con mis amigos Pilar y José Luis nos dirigimos a la salida. Hay libertad y felicidad...como antes del encuentro. Mooji sigue recibiendo abrazos. 
Jorge

I Came to Find the Buddha in Spain.
Vale la pena ver todo el vídeo, el silencio inicial, la flauta hindú, las preguntas, las canciones, los abrazos finales… Pero bueno, como todo el vídeo es un poco largo, 5h 20m, puestos a elegir yo me quedaría con el fragmento que comienza desde 1h 24m y acaba en 2h19m.


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