14 de mayo de 2018

IDENTIDAD (II). ADYASHANTI.

Toda sensación de identidad va asociada a un guión. Todos tenemos un papel determinado y nos contamos historias en relación a ese papel. Pero no somos ni nuestros papeles ni nuestras historias.
La belleza del satsang reside en que te da la oportunidad de despertar de tu historia. Descubres que tú eres la Verdad, sin historia ni guión, en este preciso instante.
El despertar es un cambio radical de identidad. El momento del despertar es éste. No mañana. Ahora.
Al satsang venimos a darnos la oportunidad de experimentar cómo nos sentimos en este preciso momento sin ninguna estrategia, ni siquiera la de librarnos de cualquier estrategia.
Aquí podemos hacernos la pregunta “¿Qué soy yo y quién soy yo ahora, sin mi historia, sin mi deseo actual, sin mi guión?” Si la mente pudiese decir algo, contestaría “no lo sé”.
Si miras de verdad, descubrirás que ahí no hay ningún actor, no hay nadie.
Lo que tú eres es previo a la idea que tienes sobre ti.
¿Ahora qué eres?
Sólo están despiertos aquellos que no saben quiénes son. El resto del mundo sabe quién es. Son su guión. Despertar es no tener ningún guión, es saber que un guión no es más que un guión, a fin de cuentas, y que una historia no es más que una historia.
La iluminación es la realización que tiene lugar cuando la mente dice: “Me rindo. No tengo ni idea de quién soy”.
LA DANZA DEL VACÍO         

Adyashanti. Qué es lo que verdaderamente quieres:

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