"Toda sociedad, por su propia práctica de vida y por su modo de relacionarse, sentir y percibir, desarrolla un sistema de categorías que determina las formas de conciencia. Este sistema funciona, como si dijéramos, como un filtro socialmente condicionado; la experiencia no puede entrar en la conciencia si no pasa por este filtro.
Cuando se llega a una experiencia más sutil o compleja, como contemplar el capullo de una rosa al amanecer, una gota de rocío en él, cuando el aire es todavía frío, el sol sale y un pájaro canta, ésta es una experiencia que en algunas culturas se presta fácilmente a la conciencia (por ejemplo, en Japón), mientras que en la cultura occidental moderna esta misma experiencia no entrará por lo común a la conciencia por no ser suficientemente “importante” o “significativa” para ser advertida. El hecho de que las experiencias afectivas sutiles puedan entrar en la conciencia depende del grado en que tales experiencias son cultivadas en una cultura dada. Por lo común, puede decirse que una experiencia casi nunca entra en la conciencia si el lenguaje no tiene palabras para expresarla.
El lenguaje, mediante sus palabras, su
gramática, su sintaxis, mediante todo el espíritu que está congelado dentro de
él, determina cómo experimentamos y qué experiencia penetra en nuestra
conciencia.
Me gusta. Voy a seguir ese hilo que usted me brinda hoy, aquí. Gracias
ResponderEliminar