¿Cuál es la pregunta
que reside en lo profundo de tu corazón? No se trata de la pregunta que
debiera estar ahí según alguien, sino de tu pregunta. Si meditas, ¿por qué lo
haces? ¿Qué pregunta estás intentando responder?
La pregunta más íntima que podemos hacernos, y la que
tiene mayor poder espiritual, es ésta: ¿qué o quién soy yo? ¿Quién está aquí
mismo, ahora mismo? ¿Quién es ese que está meditando? ¿Quién soy yo realmente? ¿Quién
soy yo sin ninguna historia?”
Antes de descubrir qué somos realmente, debemos empezar
por descubrir lo que no somos.
¿Qué se siente en el ser cuando no sabes lo que eres?
¿Qué ocurre cuando entras en tu interior para descubrir quién eres y no
encuentras ninguna entidad llamada “tú”? ¿Cómo sientes ese amplio espacio?
Siéntelo en el cuerpo.
Lo divertido de la respuesta es que la pregunta desaparece.
Esa es la respuesta a la pregunta.
Si queremos ser libres, no nos vestimos de conceptos,
ideas y opiniones; nos los quitamos. Entonces, sin hacer prácticamente nada,
sucede algo.
Tú no eres ninguna de las historias que te habías creído.
En realidad, tú eres la ausencia de historias.
La mayoría de la gente no se libera de ninguna creencia
sin agarrarse a otra. Esta es mejor, así que a partir de ahora voy a creer esto
otro. Pero si te cuestionas quién es el que tiene esas creencias conseguirás mucho más que si te cuestionas cada
pequeña creencia que te encuentres en el camino.
Lo que sucede entre las dos orejas no es la verdad, es
tan solo una historia. ¿Qué eres tú
sin la historia?
Cuando nos damos la oportunidad de desvestirnos, entrando
realmente en el invierno, dejando que los pensamientos y las hojas salgan de la
mente, regresamos a lo que éramos antes de que nuestros padres nacieran.
Cuando nos hayamos reconocido como conciencia, nuestra identidad
podrá empezar a descansar en su esencia. Ya no buscaremos lo que somos en nuestro
cuerpo, en nuestra personalidad, en nuestros pensamientos o creencias. Lo que
somos descansará en su fuente.
El verdadero yo soy está increíblemente vacío. Está libre
de todo lo que creías ser. No tiene límites. No tiene definiciones. Ninguna
definición podría valer para definir lo que eres. Lo único que queda es
conciencia, y ni siquiera, pues eso no es más que una palabra.
Adyashanti. Yo soy:
JOE LUIS ANDRES CEBRIAM sOY Marcela Casals desde ARGENTIA y gracias por publicarlo de ADYAHANTI...tengo el libro que me recomendaste de el y te lo agradezco de todo corazon Un abraxo enorme de esta Bodisatwa argentina que tanto te quierre ...ABRAXos JOSE LUIS ANDRES CEBRIAN !!!
ResponderEliminarGracias ti, Marcela, por apreciarlo. Un abrazo.
EliminarHermoso!! Gracias 😉
ResponderEliminarsomos ese vacío indescritible...gracias
ResponderEliminarsomos ese vacío indescritible...gracias
ResponderEliminarsomos ese vacío indescritible...gracias
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