“Para ver, debemos olvidar
el nombre de las cosas que estamos mirando”.
Claude Monet.
"Lo que nos ofrece la
atención plena del dibujo es que entramos en un estado del ser que se
caracteriza por una sensación de conciencia abierta y espaciosa.
Todo el mundo puede dibujar.
No hay excepciones. Lo único que realmente impide dibujar a la gente es esa voz
en su cabeza que le dice que no puede, que no debe, que se le da fatal. Pero lo
que dice esa voz no es verdad.
Llega al dibujo sin ninguna
expectativa. Permítete dibujar, sin más.
A la naturaleza podemos
llamarla verdaderamente la amiga de la atención, porque nos lleva sin esfuerzo
a un mayor estado de presencia quieta y silencio interior.
Cuando cogí un lápiz y
empecé a dibujar un pequeño sauce cuyas ramas colgaban sobre el agua, entonces
estuve presente, estuve del todo allí, y noté el centelleo dorado en las aguas
cenagosas, el temblor del viento en el largo envés plateado de las hojas, los
cúmulos de nubes que se reflejaban en la superficie del lago. Otro día me fui
un rato a subir una montaña, siguiendo el torrente y las caídas de un riachuelo.
Encontré una cascada. Me senté y la dibujé, arrastrada sin ningún esfuerzo
hacia la quietud, a medida que la luz cambiante me iba revelando poco a poco
las texturas de los helechos y el musgo sobre las resbaladizas piedras. No hubo
palabras en ningún momento. Solo silencio y quietud.
Cuando estamos dibujando en
la naturaleza es más fácil trasladarse a ese estado de ser sin más. Simplemente
estamos ahí con la calma y la quietud del mundo natural".
Del libro: La meditación y
el arte de dibujar. Wendy Ann Greenhalgh. Ediciones Siruela.
La propuesta de dibujo consciente que se hace en este libro me resultó
muy interesante, por eso la he llevado a la práctica. Es un buen complemento en
un Baño de Bosque. La mirada atenta que conlleva el dibujo hace que se capten
detalles de la naturaleza que antes nos pasaban desapercibidos. No importa el
resultado, la ejecución técnica. A veces hay que hacerlo de pie, sin apoyarse. No
es necesario saber dibujar. El dibujo no es para una exposición. Importa sobre
todo el hacerse consciente de la belleza de la naturaleza, conectando así con
el instante presente. Se trata de, cuando surja (al igual que cuando se escribe
un haiku) hacer un boceto, un dibujo sencillo, realizado de forma similar a una
pintura sumi-e, con el menor número de trazos posible, corrigiendo y borrando solo
lo imprescindible.
El material recomendable para esta actividad es el
siguiente:
Un portapapeles con pinza, preferiblemente de tamaño
cuartilla o medio folio. El mío lo compré en TIGER. Un
estuche con dos lápices de grafito de diferentes durezas, dos lápices verdes
(uno más intenso y otro más claro), un amarillo, un azul, un marrón y un ocre;
una goma de borrar, un sacapuntas y un lápiz difuminador.
Paseos Conscientes por parques y zonas verdes de Zaragoza:
Que bien!!!
ResponderEliminarUn complemento ideal!!!
Enhorabuena
¡Qué adecuado y bello, el dibujo consciente para incorporarlo a los paseos!
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