En la más honda espesura
de la montaña,
llegar a la desnudez.
Santokâ (monje zen errante).
llegar a la desnudez.
Santokâ (monje zen errante).
Un monje se quejaba de que el maestro zen no
hablaba claro. Un día de primavera, mientras estaban paseando por el campo, el
monje dice: “¡Qué perfume el de las flores!”. El maestro replica: “¿Ves como no
te oculto nada?”.
A lo largo del tiempo, en Paseos Conscientes,
contemplativos, me han surgido unos pocos haikus, solo cuatro, que tratan sobre la
enseñanza de Buda sin palabras que transmite la naturaleza. Es lo que yo considero el Dharma
más puro.
El segundo en verano, en un bosque del Pirineo aragonés. No recuerdo cual era.
en el bosque de la montaña,
el dharma más puro.
https://www.youtube.com/watch?v=YPCqVEzl4vo
El tercero en otoño, en el hayedo de Ordesa.
Bosque otoñal.
Rumor del río montañés.
Templo de Buda.
Rumor del río montañés.
Templo de Buda.
Y el último en primavera, en el Soto
Cantalobos de Zaragoza:
Soto primaveral.
Difunden el dharma
los ruiseñores.
https://www.youtube.com/watch?v=MgsHHUKceH8
Difunden el dharma
los ruiseñores.
Hermoso... me recuerdan a algunos haikus de Issa Kobayashi. La naturaleza en todo su esplendor, su misterio, nos habla siempre. Sin pronunciar palabra, como dice el salmo.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Un abrazo grande