14 de noviembre de 2021

EL DHARMA MÁS PURO.

En la más honda espesura
de la montaña,
llegar a la desnudez.
Santokâ (monje zen errante).

Un monje se quejaba de que el maestro zen no hablaba claro. Un día de primavera, mientras estaban paseando por el campo, el monje dice: “¡Qué perfume el de las flores!”. El maestro replica: “¿Ves como no te oculto nada?”.


A lo largo del tiempo, en Paseos Conscientes, contemplativos, me han surgido unos pocos haikus, solo cuatro, que tratan sobre la enseñanza de Buda sin palabras que transmite la naturaleza. Es lo que yo considero el Dharma más puro. 


El primero me surgió en primavera, en el soto del Parque del Agua de Zaragoza.
 
Soto frondoso.
El canto de los pájaros.
Senda de Buda.
 
https://www.youtube.com/watch?v=HzfkkQ7zfAk
 
 


El segundo en verano, en un bosque del Pirineo aragonés. No recuerdo cual era.
 
Adentrándome
en el bosque de la montaña,
el dharma más puro. 
 
Camino Viejo Puente Sil. Selva de Oza. Huesca. Verano.
https://www.youtube.com/watch?v=YPCqVEzl4vo
 
 


El tercero en otoño, en el hayedo de Ordesa.

Bosque otoñal.
Rumor del río montañés.
Templo de Buda.




Y el último en primavera, en el Soto Cantalobos de Zaragoza:
 
Soto primaveral.
Difunden el dharma
los ruiseñores.
 
https://www.youtube.com/watch?v=MgsHHUKceH8
 
 

1 comentario:

  1. Hermoso... me recuerdan a algunos haikus de Issa Kobayashi. La naturaleza en todo su esplendor, su misterio, nos habla siempre. Sin pronunciar palabra, como dice el salmo.
    Un placer leerte.

    Un abrazo grande

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