Compartí otra entrada dedicada a Erling Kagge, con una
reseña biográfica y algunos extractos de su libro “El silencio en la era del
ruido”:
https://zenyadvaita.blogspot.com/2018/02/el-silencio-en-la-era-del-ruido-erling.html
“He dado innumerables paseos. Paseos breves, largas
caminatas. He caminado por bosque y montañas, sobre mesetas heladas y sobre
yermos creados por los seres humanos. He caminado y me he aburrido, he andado
para escapar de la ansiedad. He caminado con dolor, he andado feliz; pero, sin
importar donde, ni por qué, he caminado y caminado. He ido, literalmente, hasta
el fin del mundo.
Todos los recorridos son diferentes, pero cuando miro atrás, descubro un rasgo que comparten todas mis caminatas: un silencio interior. El andar y el silencio van unidos. El silencio es abstracto; caminar, algo concreto.
Estoy seguro de algo: poner un pie delante del otro es
uno de los actos más importantes que realizamos. Así que: caminemos.
Caminar procura una sensación de libertad.
Puedo sentir que estoy centrado en mi propia vida, y al poco tiempo olvidarme por completo de mí mismo.
Aquí reside el gran secreto que todos los caminantes
comparten: la vida es más larga cuando andas. Caminar prolonga los instantes.
Muchos aspectos de nuestra existencia se centran en ir deprisa.
Caminar es lento. Por eso es uno de los actos más radicales que puedes
realizar.
Los pensamientos que discurren por mi mente o las
preocupaciones que siento en el cuerpo se transforman y aligeran nuestro
camino.
Cuando veo a la gente antes de empezar un paseo por el
bosque, por la montaña o por un parque y después los observo al regresar,
percibo que han cambiado. Los ojos brillan, el cuerpo parece más ágil, la
sonrisa surge con más facilidad.
El momento en que encuentras un riachuelo cuando tienes
sed, el momento en que estás colgado de un risco o el momento en que estás
sentado sobre una roca observando cómo se mueven las nubes solo existen en el
presente. El instante y la eternidad no tienen por qué contradecirse. El tiempo
queda en suspenso y puedes experimentar las dos cosas a la vez.
Puedes ayunar, meditar, tomarte una pastilla o rezar,
pero para mí se trata de andar.
Caminar puede ser verse a uno mismo, amar la tierra y
dejar que el cuerpo viaje al ritmo del alma.
Cuando camino por el bosque, siento cómo, poco a poco,
todo mi ser pasa a formar parte del entorno”
Caminar. Erling Kagge..
https://zenyadvaita.blogspot.com/2018/02/el-silencio-en-la-era-del-ruido-erling.html
Todos los recorridos son diferentes, pero cuando miro atrás, descubro un rasgo que comparten todas mis caminatas: un silencio interior. El andar y el silencio van unidos. El silencio es abstracto; caminar, algo concreto.
Puedo sentir que estoy centrado en mi propia vida, y al poco tiempo olvidarme por completo de mí mismo.
Caminar. Erling Kagge..
El arte de caminar: cómo este acto cotidiano puede traerte
paz interior. Erling Kagge:
https://www.youtube.com/watch?v=MsoPZQR3v4I
https://www.youtube.com/watch?v=MsoPZQR3v4I
Qué bueno. Creo que suscribiría cada una de sus palabras. Pienso que caminar lejos, despacio, con una mochila a la espalada, es una de las mejores formas de tocar nuestra humanidad en toda su plenitud. Al menos para mí.
ResponderEliminarGracias por la entrada. Un abrazo grande