"Aunque muchos maestros orientales son sumamente cordiales y amorosos, no suelen tener gran cosa que decir sobre los aspectos específicamente personales de la vida. No suelen comprender la vergüenza, la culpa, la alienación, la falta de confianza y el odio hacia sí mismos y, mucho menos, la tendencia al bypass espiritual que les lleva a utilizar las ideas y prácticas espirituales para eludir las cuestiones personales y emocionales inconclusas. Resulta demasiado tentador utilizar la espiritualidad como una forma de escape.
Es frecuente que los maestros espirituales exhorten a ser bondadosos y compasivos y a renunciar al egoísmo y la agresividad. Pero, ¿cómo podemos hacer eso si jamás hemos visto ni enfrentado claramente –y mucho menos trabajado- nuestra dinámica psicológica interna?
Desarrollar una actitud lo suficientemente abierta como para permitir que las cosas emerjan tal cual son e indagar amablemente en ello conduce inevitablemente a una profundización de la verdad. Esto es, precisamente, lo que yo llamo trabajo psicológico al servicio del desarrollo espiritual.
Muchas personas que solicitan mis servicios llevan ya tiempo embarcados en algún tipo de práctica espiritual. Hay personas que se hallan atrapadas en algún callejón sin salida del que no pueden sacarles la práctica espiritual.
A menudo me preguntaba por la gran distancia existente entre lo avanzado de su práctica espiritual y el nivel de su desarrollo personal.
También trabajé con experimentados maestros espirituales que se sintieron culpables o hipócritas por las dificultades para encarnar las enseñanzas que impartieron a sus discípulos. No es de extrañar que, en el curso de nuestro trabajo, hayamos terminado descubriendo, por debajo de sus ambiciones espirituales, motivaciones narcisistas.
Y es que el hecho de mantener una posición de poder y conocimiento como forma de ser especial e importante es un modo de eludir nuestras propias heridas psicológicas.
Hay maestros que pueden tener una realización genuina que no se halle integrada en su vida cotidiana, con lo cual su enseñanza sigue siendo incompleta. Otros empiezan con la mejor de las intenciones, pero no están lo bastante maduros como para evitar llevar a sus discípulos por un camino equivocado. Otros, por último, pueden ser muy sabios pero carecen de los medios necesarios para transmitir su sabiduría de un modo que realmente pueda ayudar a sus discípulos".
Hay maestros que pueden tener una realización genuina que no se halle integrada en su vida cotidiana, con lo cual su enseñanza sigue siendo incompleta. Otros empiezan con la mejor de las intenciones, pero no están lo bastante maduros como para evitar llevar a sus discípulos por un camino equivocado. Otros, por último, pueden ser muy sabios pero carecen de los medios necesarios para transmitir su sabiduría de un modo que realmente pueda ayudar a sus discípulos".
Psicología del despertar. John Wellwood.
No hay comentarios:
Publicar un comentario