EL ARTE DE LA MEDITACIÓN. PABLO D’ORS.
Quien no se mete en la entraña del sufrimiento no ha entendido nada, ni del mindfulness, ni de la vida, ni de nada.
Contemplar es llevar la pasión a nuestro propio templo, en lugar de escaparnos de ella, huir, que es lo que hacemos casi siempre, de lo que nos hace padecer.
Meditar no es otra cosa que contemplar la pasión del mundo. Abrazarse a si mismo.
Meditar es dar respuesta a la sed de ser que tenemos.
El punto de partida para ser meditadores, es decir, para vivir espiritualmente, es la humildad. En realidad, uno es un eterno principiante.
Cuanto mas estas en el camino menos sabes del camino.
La meditación es una gran aventura, la aventura de perderse a sí mismo. La aventura de morir a uno mismo. La aventura de desaparecer.
Todas esas actitudes que tú fomentas en la meditación, que es la receptividad, la acogida, la humildad, la escucha, todo eso se va infiltrando en la vida cotidiana.
En mi tradición cristiana no encontré los instrumentos para hacer la aventura interior. Fui al mundo del zen y estuve durante siete años con tres maestros distintos. La práctica rigurosa del zen me devolvió a mi cepa cristiana, por eso tengo un profundo respeto a Buda.
Cuanto más meditamos menos prejuicios tenemos de ningún género.
No puedes ir al centro de lo que tú eres sin lo que tú eres, y tú eres cuerpo.
La quietud es tan importante como el silencio, por la sencilla razón de que la quietud no es otra cosa que el silencio del cuerpo.
Nosotros queremos ser fuertes, pero lo que la meditación nos descubre es que nuestra debilidad es la que nos da fortaleza; la verdadera fortaleza.
El no saber es tanto como la libertad, es tanto como la pobreza de espíritu.
El arte de meditar y del silencio interior. Pablo D´Ors:
https://www.youtube.com/watch?v=x1Z9Z_-LH2M
No hay comentarios:
Publicar un comentario