Hace años le hicieron a
Eckhart Tolle una entrevista titulada “La simple verdad”. Estaba en youtube pero,
de un tiempo a esta parte, por derechos de autor se han retirado casi todos sus
vídeos. Sobre este tema me surge una pregunta: Cuando “El silencio habla”
(título de uno de los libros de Eckhart Tolle), ¿a quién pertenecen los
derechos de autor? Yo creo que la respuesta es evidente: al silencio.
Con la fina ironía espiritual que caracteriza a Eckhart Tolle, no me extrañaría
que a él también le resultara esto bastante gracioso. Lo que ya no sé si
obraría en consecuencia.
En un determinado momento de
la entrevista la entrevistadora le pregunta: Usted ha vendido millones de
copias por todo el mundo, se ha vuelto famoso y millonario. ¿Cómo maneja usted
todo esto?
Eckhart Tolle: No soy
muy bueno manejando las cosas externas como el dinero. Básicamente diría
que ello no ha producido mucha diferencia en mi vida y yo realmente no le he
puesto mucha atención. Mucha de mi atención está absorbida por enseñar,
contestar preguntas, etc. Vivo en unos ambientes más espaciosos ahora que
antes. Eso es quizá todo. En verdad, eso no ha causado mucha diferencia. Estoy
poco consciente de ello. Durante la mayor parte de mi vida, viví con muy poco
dinero, hasta el punto de que la gente diría que viví por debajo de la línea de
la pobreza. Aún así, nunca me sentí pobre. Siempre sentí que tenía lo
suficiente y ahora no me siento más lleno de riqueza de lo que me sentía antes.
Es exactamente el mismo sentimiento. Es una cosa muy abstracta. Hay mayor
riqueza en mi vida en la dimensión exterior. Eso es muy abstracto. Me gusta
salir, visitar tiendas y mirar cosas pero rara vez siento el impulso de querer
adquirir un objeto hermoso y continúo mi camino. No sabía qué comprar con él.
Existe la posibilidad de que pudiera colaborar para que un centro espiritual
tomara forma. Si eso se llega a suceder, algo del dinero del libro será
destinado a eso.
Eckhart Tolle ha creado una
Fundación que lleva su nombre, cuyo propósito es llevar sus enseñanzas a
comunidades y segmentos de población que hasta ahora tenían poco o ningún
acceso a ellas, como la población carcelaria, educadores y estudiantes, centros
para personas mayores y hospitales. En su web se piden donaciones con este fin.
La frase “No soy muy bueno manejando
las cosas externas como el dinero” la repite dos veces en la entrevista. Y lo que se
puede deducir de ella es que Eckhart Tolle ha delegado en un representante
todos los asuntos que tienen que ver con, lo que él llama, las cosas externas, es decir: los
derechos de autor de sus libros y vídeos, su página web, su TV, la programación
de sus charlas, etc. Esto explicaría muchas cosas, aunque no todas. En cualquier
caso, a mí me atrae especialmente el Eckhart Tolle de los viejos tiempos, en
los que escribió sus libros, de los que habla en la entrevista: No tenía
casa propia. Me dejé llevar de aquí para allá. Me pasaba el día sentado. Cuando
hacía un día cálido, en los bancos de los parques y deambulaba por Londres. Estaba
tan inmerso en la paz, en el arrobamiento de experimentar sencillamente el ser,
el sencillo sentimiento de la bondad de la vida a cada momento, que perdí
completamente cualquier interés en el futuro. No tenía ninguna ambición.
Eckhart Tolle. Entrevista. La simple verdad:
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