21 de octubre de 2019

JOHN MUIR. NATURALISTA, EXPLORADOR Y ESCRITOR.







Las montañas están llamando, 
y debo ir.





John Muir nació en Escocia, en 1838, y murió en Los Ángeles, en 1914. Escribió más de 300 artículos y 10 libros, en los que defendió su filosofía sobre la naturaleza, la vida salvaje y la preservación de los grandes espacios naturales.
Consagrado a la observación de la naturaleza y en descubrir aquel entonces remoto territorio de Yosemite y la Sierra Nevada de California, Muir llevó una vida apartada y solitaria al aire libre. Como un anacoreta, se instala a vivir una vida ascética durante años en el valle de Yosemite en una cabaña que él mismo construyó, igual que su admirado Thoreau  hizo antes.
También viajó y exploró Alaska, América del Sur, África, Australia…

En 1903, Theodore Roosvelt, presidente de Estados Unidos en aquel tiempo, cruzó el país para visitar Yosemite junto a quien se lo había descubierto antes con sus escritos: John Muir. En aquella excursión el presidente acampó junto al naturalista al raso tres jornadas en las que Muir le descubrió los umbríos bosques de secuoyas gigantes, los vertiginosos precipicios del Half Dome y el Capitán y las inagotables cascadas de Yosemite y el Centinela. La foto de los dos hombres encaramados en una de las alturas del lugar es la más famosa y popular de cuantas fotos conservacionistas existen. Acabada la visita, y ungido por aquel espíritu preservacionista que le transmitió Muir, a lo largo de su presidencia declaró cinco parques nacionales, 18 monumentos nacionales, 55 santuarios nacionales y refugios de vida silvestre y 150 bosques nacionales. “La acampada que cambió America”, es como se la conoce por allí. Y a John Muir como el “padre” de los parques nacionales de Estados Unidos. Por todo ello está considerado como uno de los primeros ecologistas de la historia.
En los largos paseos contemplativos de Muir por los bosques de Yosemite, como describe en su libro Mi primer verano en la sierra, descubrió el efecto sanador de los bosques de montaña, por eso, en cierta forma, se podría considerar también a John Muir como el pionero estadounidense de los baños de bosque japoneses.  

John Muir in Tree - John Muir Movie Trailer
 https://www.youtube.com/watch?v=gTWV69WYpAY                                     

Dibujo de John Muir
Todas las personas necesitan de la belleza como del pan, un lugar donde disfrutar y meditar. Es la naturaleza quien cura y da fuerzas al cuerpo y el alma.

Sube a las montañas para obtener sus buenas nuevas. La paz de la naturaleza fluirá en ti como fluye la luz del sol en los árboles. Los vientos soplarán su frescura dentro de ti y las tormentas su energía, mientras que las preocupaciones caerán lejos de ti como las hojas de otoño.

La llanura, el cielo y las montañas irradian una belleza que te embarga. Te bañas en estos haces espirituales que dan vueltas y vueltas, como si te alentaras en una hoguera. Enseguida pierdes la noción de tu propia existencia individual, te fundes con el paisaje y te conviertes en una parcela más de la Naturaleza.

Montañas sagradas como el Sinaí. No conozco otras que sean tan atractivas. Ningunas tan hospitalarias, amables, tiernas, inspiradoras. Resulta extraño que no acuda todo el mundo a su llamada. Se dan, como el Evangelio, sin dinero por medio ni precio. Sólo se da gratis el cielo.

Las montañas son fuentes de hombres tanto como de ríos, glaciares y suelo fértil. Los grandes poetas, filósofos, profetas y hombres capaces cuyos pensamientos y acciones han movido al mundo, han bajado de las montañas.

Mantente cerca del corazón de la naturaleza y su clara ruptura de las distancias. Sube de vez en cuando una montaña o pasa una semana en el bosque. Tu espíritu regresará totalmente limpio.

Ve a la naturaleza en silencio y soledad. No te sobrevendrá mal alguno.

La exposición a un día a las montañas es mejor que un montón de libros.

El camino más claro hacia el universo es a través de un bosque salvaje.

Me importa vivir solo para atraer a las personas a observar la belleza de la naturaleza.

Ven a los bosques, porque aquí hay descanso. No hay reposo como el de los bosques verdes y profundos.

Oh, estos días de montaña inmensa, tranquila, inconmensurable, días en cuya luz todo es igualmente divino, cuando se abren mil ventanas para mostrarnos a Dios.

Ir a las montañas es ir a casa.

Yosemite park in 4K:  



En España, el equivalente de Yosemite, salvando las distancias, claro está, sería el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido:
https://www.youtube.com/watch?v=iv3OJibq6Ko


2 comentarios:

  1. Muy bonito este artículo... dice grandes verdades este hombre... ojalá pudiéramos ir a los bosques de forma habitual o mejor aún vivir en ellos...

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  2. Es emocionante esa expresión viva de espiritualidad natural de Muir; con la Naturaleza de Maestra. Gracias

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