El gran Camino no tiene puerta;
existen mil carreteras diferentes.
Una vez que alguien
ha atravesado la barrera,
paseará libremente por el universo.
Obedecer las reglas y mandamientos es atarte sin
cuerda. Actuar libremente y sin imposiciones es herejía y diabólico. Estar
consciente de la mente, purificándola y aquietándola es el falso zen de la
iluminación silenciosa. Ignorar arbitrariamente las relaciones causales es caer
en una trampa profunda. Morar en un despertar absoluto sin oscurecimiento
alguno es llevar cadenas además de yugo. Pensar en bien y mal es estar en el
cielo y en el infierno. Tener ideas sobre el Buda y el dharma es estar
encarcelado en el interior de dos montañas de hierro. Percibir la conciencia
cuando aflora es jugar con la mente. Practicar concentración sentándose
tranquilamente es una actuación propia de demonios. Si sigues avanzando,
perderás la esencia. Si vuelves atrás, te opones a la verdad. Si no avanzas y
retrocedes, eres un hombre muerto que está respirando. Ahora dime, ¿qué vas a
hacer? ¡Esfuérzate al máximo para alcanzar la iluminación perfecta en esta
vida! No consientas que el karma circule por siempre.
Barrera sin puerta. Mumon.
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