De un tiempo a esta parte están de moda en las cadenas de pago las series de sectas: Wild Wild Country (Osho), Nxium, “Bikram: yogui, gurú, depredador”, Holy Hell, Waco, One of us, el Palmar de Troya, iglesia de la luz del mundo, "Sé docil: reza y obedece".. Cumplen una buena función estas series; desenmascarar, mostrar con claridad cómo manipulan estos líderes de sectas y qué oscuros fines persiguen.
Los casos que aparecen en estas series son casos extremos de sectas destructivas pero, en esto del sectarismo, como en todo, hay grados. Hay muchos grupos de espiritualidad, religiosos o de crecimiento personal que no son sectas, pero a veces aparece algún toque sectario, que al principio no es muy evidente y que, si no se percibe y cuestiona a tiempo, puede ir a más.
En la entrada del ashram de Osho, en la sala donde se dejaban los zapatos antes de acceder al interior, había un cartel que decía “deja aquí tu mente”. De esta forma tan sencilla, con esta simple indicación y su palabrería consiguió este gurú amasar una inmensa fortuna que salió una colección de Rolls Roice y dos jets privados. También dejó un montón de gente expoliada económicamente y dañada psicológicamente. Y es que no está mal apartar temporalmente la mente, pero siempre dejando encendido el piloto del espíritu crítico.
Si buscas información sobre sectas, en estas web la encontrarás:
EducaSectas, del psicólogo clínico Miguel Perlado:
Red de Apoyo para Víctimas de Sectas: https://victimasectas.com/indx.html
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