Ahora, si alguien del pasado, el llamado pasado, viniera aquí, y no siendo de un pasado muy lejano, digamos unos veinte años atrás, llegara y lo que verá en las calles, en restaurantes y cafés de todas partes, transporte público, la la gente mirando y caminando con estas cosas (sus móviles) y él/ella dijo:” ¿qué es eso?, algo le pasó a la humanidad que nos convertimos todos en zombies, algo terrible debió haber sucedido”.
Los dispositivos móviles son maravillosos que entregan posibilidades increíbles de acceder a todo tipo de conocimientos, pero siempre está el lado negativo, y tienen un enorme lado negativo. Son adictivos, estimulan la mente, de la cual te quieres liberar. Esto te lo impedirá.
Los dispositivos móviles son maravillosos que entregan posibilidades increíbles de acceder a todo tipo de conocimientos, pero siempre está el lado negativo, y tienen un enorme lado negativo. Son adictivos, estimulan la mente, de la cual te quieres liberar. Esto te lo impedirá.
Tú puedes ser el único en muchos lugares que no está mirando el móvil mientras esperas en salas de espera, filas o esperando en el teléfono a que alguien te hable, si no que usas esta hermosa cosa de solo ser, solo estar presente, y miras a tu alrededor y te sales de pensar y todos los demás todavía están en su estado hipnótico.
Eckhart Tolle
Manejando tu adicción a la tecnología | Enseñanzas de
Eckhart Tolle:
https://www.youtube.com/watch?v=CZ7r6BlK-1M
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Me había resistido durante años a comprarme un móvil, bueno, en realidad no me costó ningún esfuerzo prescindir de este artilugio, casi toda mi vida la he pasado sin él, pero los bancos, la seguridad social y otras entidades con sus requisitos lo han convertido en imprescindible. Al final, he tenido que adquirir uno y poco a poco he aprendido a usar.
No negaré que este aparato multifunción, bien empleado, tiene sus ventajas, que todos conocemos, pero tiene su cara B: Es invasivo, adictivo y favorece la dispersión y la desconexión de la realidad. Me referiré, ya que comparto este escrito en un blog de espiritualidad, más bien a esto último.
No negaré que este aparato multifunción, bien empleado, tiene sus ventajas, que todos conocemos, pero tiene su cara B: Es invasivo, adictivo y favorece la dispersión y la desconexión de la realidad. Me referiré, ya que comparto este escrito en un blog de espiritualidad, más bien a esto último.
Gracias a este aparato actualmente la dispersión y la verdadera desconexión de la realidad son una pandemia. Es habitual, por ejemplo si viajas en un tren, ver a la mayor parte de los ocupantes del vagón, da igual la edad, absortos en su móvil, sea viendo vídeos, enviando wasaps, consultando sus redes sociales, jugando a juegos, escuchando música, etc. Lo que ya no es tan habitual, es ver a la gente del vagón dedicarle tiempo a contemplar el paisaje por el que discurre el tren. La realidad ya no interesa, solo interesa “la realidad” virtual del móvil.
El mindfulness, la atención plena, está de moda, pero solo en artículos en periódicos, revistas y libros. En realidad es algo minoritario. Lo que realmente está de moda y es mayoritario es la
dispersión plena . ¿Qué secuelas dejarán esta dispersión y esta desconexión de la realidad a medio y largo plazo? I don't know. Ya nos lo dirán con el tiempo los psiquiatras y psicólogos.
Pero la desconexión no es solo exterior, también es interior. La práctica de la meditación, sea meditación zen, vipassana o mindfulness, consiste básicamente en íntimar con uno mismo, en ir a lo más hondo de nosotros mismos, para encontrar el silencio y la espaciosidad que somos en el fondo. Nada más ajeno para quien vive desconectado de su interior y conectado un montón de horas a una realidad virtual ilusoria.
Pero la desconexión no es solo exterior, también es interior. La práctica de la meditación, sea meditación zen, vipassana o mindfulness, consiste básicamente en íntimar con uno mismo, en ir a lo más hondo de nosotros mismos, para encontrar el silencio y la espaciosidad que somos en el fondo. Nada más ajeno para quien vive desconectado de su interior y conectado un montón de horas a una realidad virtual ilusoria.
José Luis
Un anillo, perdón, quería decir un móvil, para gobernarlos a todos. Un móvil para encontrarlos, un móvil para atraerlos a todos y atarlos en las tinieblas en la tierra de Mordor.
Muy bueno el símil con el Anillo de la peli.... Tristemente cierto.
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