Hay algo más importante que pensar y que actuar, y eso más importante es mirar, contemplar.
Qué pasaría si miráramos nuestro sufrimiento, nuestra herida.
No hay mirada amorosa que no disuelva una herida, por honda o grave que pueda parecer.
Cuando miras lo oscuro amorosamente se trastoca en luminoso, porque el secreto de lo oscuro es la luz.
Nadie ni nada externo puede alterar mi paz.
No sufrimos por el mundo, sino por lo que pensamos del mundo.
Sesión completa de enfoque guiado:
https://zenyadvaita.blogspot.com/2014/03/focusing.html
Es muy importante la percepción corporal. Habitar en nuestro cuerpo, sentirlo.
La mayoría de nosotros, casi toda nuestra vida, somos víctimas en lugar de ser testigos de las emociones oscuras.
El esfuerzo es un acto de la voluntad. En cambio, la entrega es un acto de amor. En el esfuerzo la atención está en el resultado, lo que quiero obtener. En la entrega lo que importa es, no la meta, sino el camino. Pero si tienes esperanza, esa esperanza se irá retroalimentando y corroborando.
El último fruto es que tu foco ya no está ni en lo que tienes ni en lo que haces. No es el tener o el hacer lo que cuenta, sino aquello en lo que te estás convirtiendo. Es decir, tu destino. El ser.
Si tienes expectativas, antes o después serás decepcionado, serás desilusionado. La vida te las desmontará una a una.
Si es tu propósito fundamental ser paz, entonces se va haciendo realidad.
Silencio y luz.
El sonido del silencio. Con Pablo D´Ors:
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