3 de mayo de 2020

EVASIÓN ESPIRITUAL Y CREENCIAS NUEVA ERA.


La espiritualidad de consumo rápido cuyo paradigma son los fenómenos como El secreto. Algunas de sus características más escandalosamente vulgares, como esas raciones de sabiduría recalentada servidas como comida rápida tipo “No te lo tomes como algo personal”, o “Lo que te molesta de alguien, en realidad sólo es algo que te molesta de ti”, o “Todo es una simple ilusión”.


Por mucho que se presente la evasión espiritual como un atajo, no es más que un rodeo, un desviarse de lo que verdaderamente importa, que explota la mentalidad de “comida rápida” e inmediatez tan extendida en la cultura contemporánea. Divinidad servida por la ventanilla del coche con patatas fritas orgánicas y “subidones” fáciles de tragar.   

La evasión espiritual puede ser bastante sofisticada intelectualmente, pero a veces, sobre todo en sus formas de la Nueva Era, halla expresión a través de una forma más simplista conocida como “pensamiento mágico”. Como en el dogma proliferante de la Nueva Era, según el cual tenemos la capacidad de modificar radicalmente nuestro mundo mediante el poder del pensamiento. A pesar de lo infantil de esta forma de pensar se halla asombrosamente extendida, sobre todo entre quienes están excesivamente apegados al pensamiento positivo, a la denominada conciencia de prosperidad y a la codicia espiritualizada.  

El pensamiento mágico puede ser peligroso cuando se utiliza para afirmar que quienes se hallan en circunstancias muy difíciles es porque las han atraído ellos mismos.

Aquellos que son seducidos por la evasión espiritual vestida con su atuendo de la Nueva Era ven en el pensamiento mágico un potente medio para lograr los fines deseados.

La cara oscura de la aseveración –propia de la Nueva Era- de que somos nosotros, y solo nosotros, quienes creamos nuestras enfermedades; ¡qué debilitante vergüenza y mortificación pueden derivarse de tan ingenua creencia!

Al igual que las heridas no resueltas llevan a algunas personas a buscar apaños rápidos y a seguir a una figura poderosa, otras personas desvían estas heridas convirtiéndose ellas mismas en una figura tan poderosa que sus heridas parezcan no existir.

La idea de que creamos nuestra propia realidad y podemos controlar todos los aspectos de nuestra vida solo con desearlo con la suficiente fuerza se ha popularizado a través de gran parte de la espiritualidad de la Nueva Era, sobre todo a través del evangelio de la conciencia de la prosperidad y las leyes de la atracción, difundido en libros como El Secreto.

Suponer que solo con desearlo, afirmarlo o visualizarlo con la fuerza suficiente podemos superar nuestra enfermedad es, simplemente, pensamiento mágico.

Del libro “La evasión espiritual”, de Robert Augustus Masters (psicólogo).

3 comentarios:

  1. Cuanto más se acerca uno a lo Real, el autoengaño puede ser más sutil. Gracias

    ResponderEliminar
  2. con respeto... pero vaya que mezcolanza sin profundidad.

    ResponderEliminar