El Dhammapada, literalmente “Camino de la Enseñanza”, contiene lo más
esencial de la doctrina budista. Es una escritura sagrada budista en verso tradicionalmente
atribuida a Buda Gautama, del siglo III antes de Cristo. El texto consta de 423
versos en lengua pali, clasificados en 26 capítulos, y forma parte del Khddaka
Nikaya del Sutta Pitaka.
Estos son los versos que a mí más me han llegado:
Lo que hoy somos descansa en lo que ayer pensamos, y nuestros actuales
pensamientos forjan nuestra vida futura, esta vida que es creación de nuestra
mente.
El estar alerta es el camino de la inmortalidad, la negligencia el de la
muerte. Quienes se mantienen en vigilia jamás mueren; en cambio los indolentes
son ya como muertos.
“¡Míos son estos hijos, y míos estos bienes!”. Así piensa el insensato
en su preocupación. Si ni siquiera de sí mismo es dueño, ¡cuánto menos de sus
hijos y de su riqueza!
El necio que se cree sabio pasa por la vida siendo su peor enemigo.
Pero uno es el camino de la mundana riqueza y otro el del Nirvana. Que
el discípulo de Buda piense en esto y, sin ir en pos de la fama, luche siempre
por la libertad.
¿Quién pudiera seguir la invisible huella del hombre que se remonta al
cielo de la liberación, al Vacío infinito, sin principio, cuyas pasiones se han
transformado en paz y sobre quien los placeres no ejercen poder alguno?
En vano he recorrido los ciclos de muchas vidas esforzándome siempre por
encontrar al hacedor de la casa de la vida y de la muerte. ¡Cuán profunda es la
angustia de la vida que ha de morir! Pero ahora ya te he visto, hacedor: ¡nunca
más construirás esta casa! Destrozadas están las vigas cimeras de los pecados;
destruida la columna central de la ignorancia; extinguida está la fiebre de
apetitos; mi mente mortal ha desaparecido en el júbilo del Nirvana inmortal.
Del deseo nace el sufrimiento y del sufrimiento nace el miedo. Si el hombre se libera del deseo, se libera así mismo del miedo y del sufrimiento.
El mayor de los pecados es, sin lugar a dudas, el pecado de la
ignorancia. Arrójalo lejos de ti, oh hombre; libérate de ese pecado.
Si en la jornada de la vida no puede encontrar el hombre un compañero
prudente e inteligente, bueno y con autodominio, que solo emprenda el viaje,
como el rey que abandona su país, o como el gran elefante solitario en el
bosque.
Deja atrás el pasado; deja atrás el presente; deja atrás el futuro.
Estarás entonces listo para irte a la otras orilla, y nunca retornarás a una
vida que termina en la muerte.
Aquel para quien no son reales
“nombre y forma”, que nunca siente “esto es mío” y que no se entristece
por lo que no es, a este hombre puede, en verdad, llamársele monje.
Vacía, oh hombre, la barca de tu vida; vacía zarpará velozmente. Libre
de pasiones y perniciosos de deseos, marcharás rumbo a la tierra del Nirvana.
Temples of Ancient Bagan, Myanmar in 4K: https://www.youtube.com/watch?v=rNSiLuXIdRw
Hola, estoy recopilando meditaciones guiadas por escrito, de todas las ramas espirituales y filosóficas.
ResponderEliminarSi hay quien este con interés por usarlas son de libre uso https://meditaciones.me/